CIUDAD DEL VATICANO, 23 OCT 2006 (VIS).-Se ha publicado hoy el mensaje de Benedicto XVI al presidente de la República de Hungría, Lászlo Sólyom, con motivo del 50 aniversario de la insurrección de Budapest contra el régimen comunista que gobernaba en aquellos años el país. La insurrección, comenzada con una manifestación popular el 23 de octubre de 1956, fue aplastada por los tanques de guerra soviéticos el 4 de noviembre y el país pasó a ser un satélite de Moscú, hasta la caída del "telón de acero", iniciada en 1989.
El Papa escribe que en aquella ocasión "el valeroso pueblo de Budapest tuvo que confrontarse con su deseo de libertad frente a un régimen que perseguía fines contrarios a los valores de la nación húngara" y que "permanece en la memoria el recuerdo de los trágicos acontecimientos (...) que causaron miles de víctimas, (...) suscitando en el mundo una gran turbación". Benedicto XVI recuerda las cuatro "vibrantes intervenciones públicas" del Papa Pío XII ante la comunidad internacional para que reconociera "el derecho de Hungría a la autodeterminación".
"Me adhiero de buen grado a las diversas iniciativas programadas para conmemorar un acontecimiento tan significativo e importante para la historia del pueblo húngaro y de Europa", prosigue el Santo Padre, explicando que su representante en esa conmemoración será el cardenal Angelo Sodano, hasta el pasado septiembre secretario de Estado.
"Su pueblo, a pesar de las opresiones padecidas a lo largo de los siglos, última de las cuales la soviético comunista -observa Benedicto XVI-, ha valorado siempre adecuadamente la relación entre el Estado y los ciudadanos. Según la visión cristiana, en la que se han inspirado las poblaciones que dieron vida a la nación húngara, la persona, con sus legítimas aspiraciones morales, éticas y sociales, precede al Estado. La estructura legal del Estado y la justa laicidad se han concebido siempre en el respeto de la ley natural reflejada en los verdaderos valores nacionales y para los creyentes, enriquecida por la Revelación".
Tras auspiciar que Hungría "construya un futuro libre de toda opresión y condicionamiento ideológico", el Papa pide al presidente que la conmemoración brinde la oportunidad de "reflexionar sobre los ideales y valores morales, éticos y espirituales que han forjado Europa" y que la nación continúe siendo "paladina de una propuesta de civilización basada en el respeto de la persona humana y en la primacía de su elevado destino".
MESS/INSURRECCION HUNGRIA/SOLYOM:SODANO VIS 20061023 (410)
El Papa escribe que en aquella ocasión "el valeroso pueblo de Budapest tuvo que confrontarse con su deseo de libertad frente a un régimen que perseguía fines contrarios a los valores de la nación húngara" y que "permanece en la memoria el recuerdo de los trágicos acontecimientos (...) que causaron miles de víctimas, (...) suscitando en el mundo una gran turbación". Benedicto XVI recuerda las cuatro "vibrantes intervenciones públicas" del Papa Pío XII ante la comunidad internacional para que reconociera "el derecho de Hungría a la autodeterminación".
"Me adhiero de buen grado a las diversas iniciativas programadas para conmemorar un acontecimiento tan significativo e importante para la historia del pueblo húngaro y de Europa", prosigue el Santo Padre, explicando que su representante en esa conmemoración será el cardenal Angelo Sodano, hasta el pasado septiembre secretario de Estado.
"Su pueblo, a pesar de las opresiones padecidas a lo largo de los siglos, última de las cuales la soviético comunista -observa Benedicto XVI-, ha valorado siempre adecuadamente la relación entre el Estado y los ciudadanos. Según la visión cristiana, en la que se han inspirado las poblaciones que dieron vida a la nación húngara, la persona, con sus legítimas aspiraciones morales, éticas y sociales, precede al Estado. La estructura legal del Estado y la justa laicidad se han concebido siempre en el respeto de la ley natural reflejada en los verdaderos valores nacionales y para los creyentes, enriquecida por la Revelación".
Tras auspiciar que Hungría "construya un futuro libre de toda opresión y condicionamiento ideológico", el Papa pide al presidente que la conmemoración brinde la oportunidad de "reflexionar sobre los ideales y valores morales, éticos y espirituales que han forjado Europa" y que la nación continúe siendo "paladina de una propuesta de civilización basada en el respeto de la persona humana y en la primacía de su elevado destino".
MESS/INSURRECCION HUNGRIA/SOLYOM:SODANO VIS 20061023 (410)
No hay comentarios:
Publicar un comentario