CIUDAD DEL VATICANO, 7 NOV 2004 (VIS).-Antes de rezar el Ángelus el Santo Padre se dirigió a los miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro y les recordó que "la piedad popular dedica el mes de Noviembre a la memoria de los fieles difuntos". "Dios -agregó- permanece fiel a la alianza sellada con el ser humano, una alianza que ni siquiera la muerte puede romper".
"Este pacto sellado en la Pascua de Cristo -explicó- se hace constantemente actual en el sacramento de la Eucaristía. Aquí encuentra también su razón de ser la oración por los difuntos. Ofreciendo la Santa Misa por ellos, los creyentes les ayudan en su última purificación. Acercándose con fe a la Sagrada Comunión, refuerzan con ellos los vínculos de amor espiritual".
Acabado el Ángelus y durante los saludos en diversas lenguas que dirige a los fieles, Juan Pablo II saludó a los africanos presentes en la Plaza de San Pedro. "Expreso mi preocupación por las graves noticias que llegan de Costa de Marfil, donde la violencia ha causado nuevas víctimas.¡Que callen las armas, se respeten los acuerdos de paz y reemprenda el camino del diálogo! Confío las poblaciones de Costa de Marfil a María, Reina de la Paz".
A los peregrinos polacos, el Papa recordó que hoy se celebra en Polonia "la Jornada de los Hospicios, cuyo lema es 'El hospicio también es vida'. El cuidado con que dependientes y voluntarios acogen a las personas incurables y a los moribundos es una gran obra de la misericordia . Pido a Dios que recompense con sus gracias su amor y su dedicación. Confío a María Santísima también a aquellos que acompañan a los que sufren en las familias respectivas. Dios bendiga a todos".
ANG/COSTA MARFIL/... VIS 20041108 (310)
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