CIUDAD DEL VATICANO, 19 SEP 2004 (VIS).-Hoy al mediodía, en el patio del palacio apostólico de Castelgandolfo, antes de rezar el Ángelus con los miles de fieles allí reunidos, el Santo Padre habló de la presencia del mal en el mundo.
"Frente al mal, que se manifiesta de varias formas en el mundo -dijo el Papa- el ser humano, afligido y desconcertado, se pregunta: ¿Por qué? En este alba del tercer milenio, bendecida por el Gran Jubileo y rica de tantas potencialidades, la humanidad se ve marcada por el perturbador avance del terrorismo. La sucesión de atentados atroces contra la vida humana turba e inquieta las conciencias y suscita en los creyentes la dolorosa pregunta que recurre en los salmos: ¿Por qué, Señor? ¿Hasta cuando?".
"Dios ha respondido a este angustioso interrogante que brota del escándalo del mal, no con una explicación de principio, casi queriendo justificarse, sino con el sacrificio de su propio Hijo en la Cruz. En la muerte de Jesús se encuentran el aparente triunfo del mal y la victoria definitiva del bien; el momento más oscuro de la historia y la revelación de la gloria divina; el punto de ruptura y el centro de atracción y de recomposición del universo. 'Yo -dijo Jesús-, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mi'".
"La Cruz de Cristo -concluyó- es un icono de esperanza para los creyentes porque en ella se cumplió el plan salvífico del amor de Dios. Por eso la liturgia hace algunos días nos invitó a celebrar la exaltación de la Santa Cruz, una fiesta de la que el creyente obtiene consuelo y valor".
ANG/MAL:CRUZ DE CRISTO/... VIS 20040920 (280)
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