CIUDAD DEL VATICANO, 17 NOV 2003 (VIS).-Juan Pablo II recibió esta mañana a los obispos de las Provincias Eclesiásticas de Madras-Maylapore, Madurai y Pondicherry-Cuddalor al final de las series de visitas "ad limina" efectuadas por los obispos de India. En su discurso, el Santo Padre subrayó la importancia del "auténtico espíritu de solidaridad en la Iglesia y en la sociedad".
"Como tantos lugares en el mundo -dijo el Papa- India está afectada por numerosos problemas sociales. De alguna forma, estos retos se ven exacerbados por el injusto sistema de división de castas que niega la dignidad humana de enteros grupos de personas. En este sentido, repito lo que dije durante mi primera visita pastoral a vuestro país: 'La ignorancia y el prejuicio deben ser reemplazadas por la tolerancia y la comprensión'. La indiferencia y la lucha de clases debe transformarse en hermandad y servicio. La discriminación basada en la raza, el color, el credo, el sexo o el origen étnico deben rechazarse como absolutamente incompatibles con la dignidad humana".
Después, Juan Pablo II elogió las numerosas iniciativas de la Conferencia Episcopal y de las Iglesias individuales "para luchar contra esta injusticia", y alentó a los obispos "a asegurarse siempre de que se dedica especial atención a los que pertenecen a las castas inferiores. (…) Cualquier traza de prejuicio basado en las castas en las relaciones entre cristianos, se contrapone a la auténtica solidaridad humana (…) y constituye un grave obstáculo a la misión evangelizadora de la Iglesia. Por eso las costumbres o tradiciones que perpetúan o refuerzan la división en castas deben reformarse".
El Santo Padre pasó entonces al tema de la nueva evangelización, subrayando que era "de importancia capital en las sociedades modernas en las que amplios sectores de la población se encuentran en situaciones desesperadas que a menudo les llevan a buscar soluciones fáciles y rápidas a problemas complicados. Esta sensación de desesperanza puede explicar, en parte, porqué tantas personas (…) se ven atraídas por las sectas fundamentalistas que les ofrecen un fervor efímero y les prometen riquezas y logros sociales".
"Nuestra respuesta -prosiguió- debe ser la de 're-evangelizar', (…) mostrando la vacuidad de esas promesas, convenciéndoles al mismo tiempo de que Cristo y su Cuerpo comparten sus sufrimientos". Refiriéndose en concreto al clero, el Santo Padre afirmó que "como hombres de fe, los sacerdotes no deben caer en la tentación de que el poder o los bienes materiales les aparten de su vocación, ni que las diferencias étnicas o de casta les impidan su misión fundamental de difundir el Evangelio. (…) Los obispos deben amar y respetar a sus sacerdotes y del mismo modo los sacerdotes deben amar y respetar a sus obispos. (…) Las diferencias personales o las circunstancias de nacimiento nunca deben socavar su papel esencial".
Al final, Juan Pablo II, recordó que el "firme compromiso de ayuda mutua nos garantiza la unidad en nuestra misión, fundada en Cristo, y nos capacita para acercarnos a todas las culturas, a todos los conceptos ideológicos, a todos los hombres de buena voluntad .(…) La Iglesia invita también a los fieles a abordar con prudencia y caridad la discusión y la colaboración con miembros de otras religiones. (…) La Iglesia Católica en India ha promovido constantemente la dignidad de toda persona y fomentado el derecho correspondiente de todos los pueblos a la libertad religiosa. Su impulso de la tolerancia y el respeto de las otras religiones está patente en los numerosos programas de intercambio inter-religioso elaborados a nivel nacional y local. Os invito a proseguir estas discusiones francas y provechosas con otras religiones. Nos ayudarán a cultivar nuestra búsqueda mutua de la verdad, la armonía y la paz".
AL/ …/INDIA VIS20031117 (620)
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