CIUDAD DEL VATICANO, 14 SEP 2003 (VIS) - Hoy, al final de la Misa, durante la que beatificó al obispo Vasil' Hopko y a Sor Zdenka Cecilia Schelingov , Juan Pablo II rezó el Angelus con unos 250.000 fieles congregados en la explanada Petrzalka de Bratislava.
Antes de la oración mariana, el Papa se refirió a la festividad de la Exaltación de la Cruz, que se celebra hoy, diciendo: "Al final de la ceremonia todos queremos encontrarnos de nuevo idealmente a los pies de la Cruz de Cristo y recibir de El el don sublime de su Madre, que desde ese momento pasó a ser también Madre de la Iglesia. Como el apóstol Juan, nosotros la acogemos también en nuestra casa, para aprender de Ella la disposición interior a la escucha y esa actitud de generosidad humilde en el servicio que la distingue como primera discípula del Señor".
Después el Santo Padre saludó a los presentes en la beatificación en húngaro, alemán, ucraniano, checo, polaco, italiano y eslovaco.
Acabado el Angelus, Juan Pablo II dijo: "Antes de separarme de vosotros, quiero renovar a todos mi cordial agradecimiento: a la comunidad cristiana de Eslovaquia y a sus pastores, al presidente de la República y a las autoridades civiles y militares, al personal de seguridad e información. A todos aquellos que de diversas formas han colaborado en el éxito de mi viaje apostólico doy las gracias de todo corazón. Llevo conmigo las hermosas imágenes de las celebraciones eucarísticas y de los encuentros de estos días. Son recuerdos que evocan en mi ánimo emociones profundas y consoladoras".
"Desde esta explanada mando un saludo particular, cargado de afecto, a la juventud eslovaca. Queridos amigos, sois la esperanza de la Iglesia y de la sociedad; sois la esperanza del Papa. No tengáis miedo de ser verdaderos amigos de Jesús: aprended de El a amar este mundo de modo justo y construiréis con su ayuda la civilización del amor".
PV-ESLOVAQUIA;ANGELUS;...;BRATISLAVA;VIS;20030915;330;
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