CIUDAD DEL VATICANO, 12 FEB 2002 (VIS) - El Papa invitó hoy a los prelados de la Conferencia Episcopal Argentina a seguir prestando a sus fieles y "a todo el pueblo el hermoso servicio de mantener la esperanza auténtica que es Jesucristo resucitado, en un momento tan apremiante, sea a escala mundial como en la situación particular" de esta querida Nación.
"Vuestro país -dijo el Santo Padre a los obispos que acaban de realizar su visita "ad limina"- atraviesa en estos momentos una profunda crisis social y económica que afecta a toda la sociedad y, además, pone en peligro la estabilidad democr tica y la solidez de las instituciones públicas, con consecuencias que van más allá de las propias fronteras patrias. (...) La preocupación del momento presente debe llevar a un serio examen de conciencia sobre las responsabilidades de cada uno y las trágicas consecuencias del egoísmo insolidario, de las conductas corruptas que muchos denuncian, de la imprevisión y mala administración de los bienes de la Nación".
Juan Pablo II subrayó que en estos momentos "se requieren ciertamente oportunas medidas técnicas que levanten la economía y favorezcan que a cada argentino no le falten los bienes necesarios para desarrollarse como persona y como ciudadano". Y alentó a que la Iglesia fomente "un diálogo nacional entre todos los responsables a fin de que cada uno pueda cooperar activamente para la superación de la crisis. El diálogo excluye la violencia en sus diversas expresiones, como son muertes y saqueos, y ayuda a construir un futuro más humano con la colaboración de todos, evitando de ese modo un radical empobrecimiento de la sociedad".
La situación social, continuó, "no mejora tan sólo aplicando medidas técnicas, sino también, y sobre todo, promoviendo reformas con una base humana y moral, que tengan presente una consideración ética de la persona, de la familia y de la sociedad".
Frente al peligro de la división y de los odios y rencores, el Papa invitó a los obispos a acompañar al pueblo "como ministros de la reconciliación", para que "superando las dificultades del presente, avance por los caminos de la concordia y el amor sincero entre todos, sin excepción. Sabéis bien -terminó- que el futuro del país se debe basar en la paz, que es fruto de la justicia".
AL;...;...;ARGENTINA;VIS;20020212;370;
"Vuestro país -dijo el Santo Padre a los obispos que acaban de realizar su visita "ad limina"- atraviesa en estos momentos una profunda crisis social y económica que afecta a toda la sociedad y, además, pone en peligro la estabilidad democr tica y la solidez de las instituciones públicas, con consecuencias que van más allá de las propias fronteras patrias. (...) La preocupación del momento presente debe llevar a un serio examen de conciencia sobre las responsabilidades de cada uno y las trágicas consecuencias del egoísmo insolidario, de las conductas corruptas que muchos denuncian, de la imprevisión y mala administración de los bienes de la Nación".
Juan Pablo II subrayó que en estos momentos "se requieren ciertamente oportunas medidas técnicas que levanten la economía y favorezcan que a cada argentino no le falten los bienes necesarios para desarrollarse como persona y como ciudadano". Y alentó a que la Iglesia fomente "un diálogo nacional entre todos los responsables a fin de que cada uno pueda cooperar activamente para la superación de la crisis. El diálogo excluye la violencia en sus diversas expresiones, como son muertes y saqueos, y ayuda a construir un futuro más humano con la colaboración de todos, evitando de ese modo un radical empobrecimiento de la sociedad".
La situación social, continuó, "no mejora tan sólo aplicando medidas técnicas, sino también, y sobre todo, promoviendo reformas con una base humana y moral, que tengan presente una consideración ética de la persona, de la familia y de la sociedad".
Frente al peligro de la división y de los odios y rencores, el Papa invitó a los obispos a acompañar al pueblo "como ministros de la reconciliación", para que "superando las dificultades del presente, avance por los caminos de la concordia y el amor sincero entre todos, sin excepción. Sabéis bien -terminó- que el futuro del país se debe basar en la paz, que es fruto de la justicia".
AL;...;...;ARGENTINA;VIS;20020212;370;
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