Ciudad
del Vaticano, 18 de enero de 2016 (Vis).-El Santo Padre ha recibido
esta mañana en audiencia en la Sala Clementina a los miembros de la
Inspección de Seguridad Pública que prestan su servicio a la Sede
Apostólica. Los agentes acompañan igualmente al Papa en sus visitas
pastorales en territorio italiano, una tarea por la que el Papa les
dio también las gracias.
En
el discurso que les dirigió, Francisco afirmó que su encuentro con
el personal de la Inspección era esta vez muy significativo porque
se enmarcaba en el contexto del Año Santo de la Misericordia, un
evento de relevancia espiritual, que ha traído ya en este primer mes
a Roma decenas de miles de peregrinos procedentes de todo el mundo.
Por eso, los dirigentes, funcionarios y agentes de Seguridad Pública,
están llamados '' a un esfuerzo todavía más grande para que las
celebraciones y los eventos vinculados con el Jubileo extraordinario
se desarrollen de forma regular y provechosa''. ''El orden exterior
sobre el que vigiláis con atención y cuidado -dijo- no dejará de
favorecer el interior, permeado de serenidad y paz''.
''Acabamos
de concluir el tiempo navideño, pero en muchos lugares, como en la
Plaza de San Pedro, -recordó el Papa- todavía sigue expuesto el
Nacimiento, que nos invita a custodiar dentro de nosotros, siguiendo
el ejemplo de la Virgen, el misterio que hemos celebrado. Jesús como
principio de vida nueva. Ese Niño es el consuelo verdadero de los
corazones, la luz verdadera que ilumina nuestra vida, derrotando a la
oscuridad del pecado. En Él hemos contemplado el rostro de la
misericordia de Dios Padre y hemos acogido la invitación renovada
convertirnos al amor y al perdón.¡Que esta experiencia espiritual
nos acompañe a lo largo de todo el Año Santo y que el Jubileo de la
Misericordia sea para todos un tiempo fuerte del espíritu, tiempo de
reconciliación con Dios y con los hermanos!''.
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