Ciudad
del Vaticano, 14 diciembre 2015
(VIS).- Encontrar
respuestas a la cuestión existencial de muchos jóvenes que
arriesgan el pasar del desempleo del trabajo al desempleo de la
vida. Este es el deseo del proyecto Policoro que nació hace veinte
años como fruto del resultado de la Asamblea eclesial de Palermo.
Esta mañana, en el Aula Pablo VI, sus componentes han encontrado al
Santo Padre que ha recordado cómo en su intento de combinar el
Evangelio con la realidad de la vida, este proyecto representó
enseguida una importante iniciativa para la promoción de la
juventud, una verdadera oportunidad para el desarrollo local a nivel
nacional. ''Sus ideas claves han logrado éxito -ha dicho-: la
formación de jóvenes, el lanzamiento de cooperativas, la creación
de figuras de mediación como "líderes de comunidad" y una
serie de acciones concretas, signo visible del compromiso de estos
veinte años de presencia activa''.
''Con su concreta
atención al territorio y la búsqueda de soluciones comunes -ha
continuado-, el Proyecto Policoro ha demostrado cómo la calidad del
trabajo "libre, creativo, participativo y solidario"
exprese, y haga crecer la dignidad de la vida humana. ¡No perdamos
de vista la urgente necesidad de reafirmar esta dignidad! Es
característica de todos y de cada uno''... cuando no hay trabajo lo
que se arriesga es la dignidad, porque la falta de trabajo no sólo
no te permite traer a casa el pan, sino que no te hace sentirte digno
de ganarte la vida. Hoy en día los jóvenes son víctimas de esto.
¿Cuántos de ellos han dejado ya de buscar trabajo, resignados a
los continuos rechazos o a la indiferencia de una sociedad que premia
a los privilegiados de siempre - a pesar de que sean corruptos - y
evita a aquellos que se merecen tener éxito?. El premio parece ir a
aquellos que están seguros de sí mismos, aunque esta seguridad se
adquiera con la corrupción. El trabajo no es un regalo que se
concede amablemente a algunos recomendados: ¡es un derecho para
todos!.
''Vosotros
representáis sin duda un signo cierto de esperanza para todos
aquellos que no se han rendido, sino que han decidido trabajar con
coraje para crear o mejorar sus propias oportunidades de empleo''. El
Papa les ha invitado a seguir promoviendo iniciativas para los
jóvenes en forma comunitaria y participativa, diciendo: ''A la
pregunta de: ¿Qué tiene que ver la Iglesia con mi situación?'',
qué habréis escuchado varias veces. La respuesta es ''el
testimonio'. Y aquí podéis hacer vuestra parte... podéis aportar
vuestro testimonio, cuerpo a cuerpo con los que necesitan valor y
apoyo''.
Francisco
ha destacado al final que la tarea de Policoro no es simplemente la
de ayudar a los jóvenes a encontrar una ocupación sino ''una
responsabilidad de evangelización, a través del valor santificador
del trabajo. Pero no de cualquier trabajo. No del trabajo que
explota, que oprime, y que humilla, sino del trabajo que hace al
hombre verdaderamente libre, de acuerdo con su noble dignidad''.
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