Ciudad
del Vaticano, 20 de abril 2015 (VIS).-''Budistas y cristianos, juntos
contra la esclavitud moderna'', es el título del mensaje que el
Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso dirige a los
budistas para felicitarles una vez más Vesakh, la festividad que
conmemora los tres acontecimientos más importantes en la vida de
Gautama Buda - nacimiento, iluminación y muerte – y que, como
escribe el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente de ese dicasterio,
brinda también la ocasión para ''acercarnos a los que sufren y
renovar nuestro compromiso de llevarles consuelo y felicidad a través
de actos de amistad y compasión''.
El
texto de este año se inspira en el Mensaje del Papa Francisco para
la Jornada Mundial de la Paz 2015 cuyo título era ''No esclavos,
sino hermanos y hermanas'', en el que el Santo Padre señalaba que
históricamente, la institución de la esclavitud, una vez
generalmente aceptada, comportaba ''rechazo del otro, maltrato de
las personas, violación de la dignidad y los derechos fundamentales,
la institucionalización de la desigualdad. En consecuencia, el
esclavo podía ser vendido y comprado, cedido y adquirido como una
mercancía'' y afirmaba que , aunque la esclavitud haya sido abolida
oficialmente en el mundo, todavía hay "millones de personas
–niños, hombres y mujeres de todas las edades– privados de su
libertad y obligados a vivir en condiciones similares a la
esclavitud''.
El
Papa da ejemplos de la esclavitud moderna: hombres, mujeres y niños
trabajadores; migrantes que sufren abusos físicos, emocionales y
sexuales, y están sujetos a condiciones de trabajo vergonzosas;
personas, muchas de las cuales menores de edad, forzadas a la
prostitución y a la esclavitud sexual, masculina y femenina;
personas secuestradas por los terroristas y obligadas a combatir ,
por no hablar de los que son torturados, mutilados o muertos. Según
el Santo Padre, la causa de estos males terribles contra la humanidad
son los corazones humanos deformados por la corrupción y la
ignorancia. Cuando los corazones están corrompidos los seres humanos
ya no ven a sus semejantes ''como seres de la misma dignidad, como
hermanos y hermanas en la humanidad, sino como objetos''.
''Queridos
amigos -dice el mensaje para Vesakh- compartimos la creencia de que
la esclavitud moderna y la trata de personas son delitos graves,
heridas abiertas en el cuerpo de la sociedad contemporánea. En una
sección de "Sendero Óctuple" -es decir "La vida
recta" - Buda declara que el comercio de seres vivos, incluidos
los esclavos y prostitutas, es una de las cinco ocupaciones en las
que no se puede participar. Él enseña a procurarse los bienes
pacíficamente, con honestidad y de manera legal, sin coacción,
violencia o engaño, y por medios que no causen daño o sufrimiento
De este modo, el budismo promueve el respeto por la vida y la
libertad de cada persona''.
''Como
budistas y cristianos, atentos a respetar la vida humana, debemos
trabajar juntos para poner fin a este flagelo. El Papa Francisco nos
invita a superar la indiferencia y la ignorancia y garantizar la
asistencia a las víctimas, su rehabilitación bajo el aspecto
psicológico y formativo, y su reinserción en la sociedad de destino
o de origen''.
''Recemos
-finaliza el texto - para que vuestra fiesta de Vesakh, que también
incluye un esfuerzo especial para hacer felices a los menos
afortunados entre nosotros, sea una oportunidad para reflexionara
sobre la modalidada de colaboración entre nosotros para que no
seamos esclavos, sino hermanos y hermanas que viven en hermandad,
bondad y compasión por todos''.
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