Ciudad
del Vaticano, 9 diciembre 2014
(VIS).-Esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el
cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, presidente del Pontificio
Consejo Justicia y Paz, ha presentado la campaña internacional de
movilización ''Stop a las amenazas en Internet'' en el contexto del
XXV aniversario de la Convención sobre los Derechos de la Infancia.
En la conferencia de prensa han participado también Don Fortunato Di
Noto, presidente de la Asociación Meter; Olivier Duval, presidente
del BICE (Bureau International Catholique de l'Enfance); Laetitia
Chanut, ex victima de molestias en Internet y testimonio de la
campaña; y Flaminia Giovanelli, subsecretaria del Pontificio
Consejo Justicia y Paz.
En
la presentación, se ha evidenciado que las molestias en Internet son
una nueva forma de violencia a tener en cuenta y ha surgido la
cuestión del tiempo que la Web sustrae a las relaciones familiares.
Con ello se ha planteado si la conexión continua en la que viven los
adolescentes y jóvenes, y de la cual todos nos quejamos, no tenga su
origen en el no haber perdido o no perder tiempo con ellos, es decir,
no haber utilizado el tiempo para escucharles. Se ha explicado que
existen numerosos estudios sociológicos que examinan la cuestión de
los riesgos del desarrollo de las tecnologías de la información y
que requieren que los padres sean mediadores de la experiencia
tecnológica de los hijos. Incluso hay encuestas que revelan cómo
las redes sociales pueden ser lugares de encuentro entre padres e
hijos.
Hay
ejemplos que demuestran que cuando las relaciones familiares son
positivas es más fácil que el potencial de las redes sociales se
traduzca en una mayor cohesión tanto entre las personas de la misma
generación como entre las de una generación y otra. De la misma
manera se ha visto que donde las relaciones familiares son escasas o
conflictivas, las redes sociales favorecen caminos individualistas y
formas que sustituyen esas relaciones. Además se ha hablado de que,
en el mundo globalizado en el que vivimos, cada vez más a menudo hay
familias que tienen alguno de sus componentes viviendo lejos y cómo
las redes sociales se convierten en este caso en un vehículo
importante de información y mantenimiento de los afectos. Pero no
por ello hay que olvidar que siempre se necesitará un encuentro real
ya que no podemos vivir solos, encerrados en nosotros mismos.
Ante
estas situaciones la Iglesia no puede quedar excluida y se ha
destacado la posibilidad que la Web ofrece para la evangelización y
la asistencia espiritual, y la necesidad de un compromiso pastoral en
la formación de las familias. De esta manera, el cardenal Turkson ha
apuntado que la Santa Sede, a través de la ratificación de los
tratados sobre los derechos de la infancia expresa su constante
preocupación por el bienestar de los niños y las familias, con la
esperanza de que estos acuerdos sean capaces de garantizar la
protección de los derechos e intereses de los niños, que San Juan
Pablo II, definió como "tesoro precioso (...) dado a cada
generación como un reto a su sabiduría y humanidad''.
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