Ciudad
del Vaticano, 27 de noviembre 2014 (VIS).-El Papa Francisco ha
recibido esta mañana en audiencia a los miembros de la Familia
Paulina, el grupo de instituciones que agrupa entre otras a la
Sociedad de San Pablo y a las Hijas de San Pablo (Paulinas),
dedicadas al apostolado a través de los medios de comunicación.
Fundada por el beato Giacomo Alberione (1884-1971) la Familia
Paulina está compuesta por diez miembros: cinco congregaciones
religiosas, cuatro institutos seculares y una asociación de
cooperadores. Este año celebran el centenario de su fundación y
recordando ese aniversario Francisco les ha invitado a ''renovar el
compromiso de vivir la fe y comunicarla'', en particular a través de
las herramientas editoriales y multimedia que forman parte de su
carisma.
También
los animó a proseguir el camino que su fundador abrió y que la
Familia ha recorrido hasta ahora ''siempre con la mirada puesta en
vastos horizontes'' porque no hay que olvidar nunca que ''la
evangelización está estrechamente unida con la proclamación del
Evangelio a los que no conocen a Jesucristo o lo han rechazado
siempre...Todos tienen el derecho de recibir el Evangelio. Los
cristianos tienen el deber de anunciarlo sin excluir a ninguno''.
''Este impulso hacia las gentes pero también hacia las periferias
existenciales -recalcó- este empuje católico lo lleváis en la
sangre, en el ADN por el hecho mismo de que vuestro fundador se
inspiró en la figura y en la misión de San Pablo''.
Francisco
explicó que el beato Alberione veía en el anuncio de Cristo y del
Evangelio a las masas populares ''la caridad más auténtica y más
necesaria que se pudiera ofrecer a los hombres y mujeres sedientos de
verdad y justicia''. ''También vosotros -añadió-estáis llamados a
servir a la gente de hoy según os indique el Espíritu, con
creatividad y fidelidad dinámica a vuestro carisma individuando las
formas más idóneas para que Jesús sea anunciado...La fantasía de
la caridad no tiene límites y sabe abrir caminos siempre nuevos para
llevar el hálito del Evangelio a las culturas y los ambientes
sociales más dispares''.
''El
Concilio Vaticano II nos presentó a la Iglesia como un pueblo en
camino... una visión expresiva de la esperanza cristiana.
Efectivamente nuestro ser Iglesia en camino, mientras nos radica en
el compromiso de anunciar a Cristo y su amor por cada criatura-
finalizó el Santo Padre- nos impide permanecer prisioneros de las
estructuras terrenas y mundanas; mantiene abierto el espíritu y nos
hace capaces de perspectivas e instancias que encontrarán su
cumplimiento en la beatitud del Señor''
No hay comentarios:
Publicar un comentario