Ciudad
del Vaticano, 5 de julio 2014 (VIS).-El
segundo evento de la visita del Santo Padre a Molise fue la
celebración de la misa en el estadio Romagnoli de Campobasso.
''La
sabiduría divina, libera del mal y la opresión a los que se ponen
al servicio del Señor -dijo el Papa en su homilía, De hecho, el
Señor no es neutral, con su sabiduría está al lado de las personas
vulnerables, discriminadas y oprimidas que se abandonan confiadas a
Él... La
Iglesia es un pueblo que sirve a Dios y que vive en la libertad que
El le ha dado. Nosotros
somos un pueblo que sirve a Dios -continuó-. El servicio a Dios se
realiza de diferentes maneras, en particular con la oración, la
adoración, el anuncio del
Evangelio y el testimonio de la caridad. Y recordó que la Virgen
María es siempre el icono de la Iglesia que ''muestra que el camino
privilegiado para servir a Dios es servir a los hermanos que lo
necesiten''.
Siguiendo
la escuela de esa Madre, ''la Iglesia debe aprender a ser cada
día 'sierva del Señor', a estar
lista para salir al encuentro de las situaciones de mayor necesidad.
Pero el servicio de la caridad estamos llamados todos a vivirlo
cada día en la realidad cotidiana... El testimonio de la
caridad es el camino maestro de la evangelización''. Y
en eso la Iglesia ha estado siempre ' en primera línea'...
compartiendo las dificultades y la fragilidad de la gente.. De esa
forma la comunidad cristiana quiere insuflar en la sociedad ese
'suplemento de alma' que hace mirar más allá y esperar''
El
Papa animó a todos los miembros de la diócesis a ''perseverar por
este camino sirviendo a Dios en la asistencia a los hermanos, y
difundiendo por todos los lados la cultura de la solidaridad que
tanto necesitamos, ante la situación de precariedad material,
espiritual, especialmente ante la desocupación''. El Papa describió
la situación laboral como el ''gran desafío que plantea la
responsabilidad de las instituciones, del mundo de los negocios y las
finanzas. Se necesita situar la dignidad de la persona humana al
centro de toda perspectiva y toda acción. Los otros intereses,
aunque legítimos, son secundarios''.
''Por
lo tanto la Iglesia es el pueblo que sirve al Señor,
-subrayó- de ahí que experimente la liberación y viva en la
libertad que Él ofrece.... Libertad sobre todo del pecado y del
egoísmo en todas sus formas. ...Cuando lo unos servimos a los otros,
el Señor nos libera de las ambiciones y la rivalidad que minan la
unidad de la comunión. Nos
libera de la desconfianza, de la tristeza, del miedo, del vacío
interior, del aislamiento, de las excusas y las quejas...Cristo
nos libera de la mediocridad existencial... Por eso los
discípulos del Señor, aún siendo débiles y pecadores, ¡todos
los somos¡ estamos llamados a vivir con alegría y
coraje nuestra fe,
la comunión con Dios y con los hermanos , la adoración a Dios y a
afrontar con fortaleza la
fatiga y las pruebas de la vida''.
Antes
de finalizar, deseó a todos los presentes que 'la Virgen de la
Libertad, venerada en Molise- les diera la alegría de servir al
Señor y de caminar en la libertad que Él otorga. ¡Que María os
ayude a ser Iglesia materna, acogedora y prudente hacia todos, y que
sea señal de consolación y segura esperanza¡''.
Terminada
la misa, el Santo Padre se desplazó en automóvil a la catedral
para adorar al Santísimo Sacramento y rezar ante las tumbas de los
obispos Alberto Romita y Secondo Bologna; éste último murió
durante el bombardeo de la ciudad en 1943. Después saludó a un
grupo de enfermos y poco antes de las 13,00 se trasladó a la Casa
de los Ángeles para almorzar con los pobres asistidos por Caritas e
inaugurar la nueva estructura caritativa de la diócesis.
A
las 14,15, terminado el almuerzo, se trasladó al helipuerto de la
Universidad de Molise para proseguir desde allí su visita haciendo
etapa en el Santuario de la Dolorosa de Castelpetroso.
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