Ciudad
del Vaticano, 4 diciembre 2013
(VIS).-Un nacimiento napolitano, obra del taller “Cantone &
Costabile”, heredero y continuador de la tradición de los belenes
que se hicieron famosos en toda Europa a partir del siglo XVII,
adornará este año la Plaza de San Pedro.
El
taller había ofrecido el conjunto -titulado “Francisco 1223-
Francisco 2013”- al cardenal arzobispo de Nápoles, Crescenzio
Sepe, que, a su vez, lo ha regalado al Papa. Con el telón de fondo
de la Campania, región a la que pertenece Nápoles, 16 personajes
ataviados con vestiduras del Setecientos, presenciarán la escena del
nacimiento del Niño Jesús.
Los
maestros Cantone y Costabile han mantenido la expresividad de los
rostros de las figuras, a pesar de haber elevado su altura de 30
centímetros a dos metros. Los personajes, si por una parte
representan todas las clases sociales, por otra reflejan también las
edades de la vida, desde la infancia a la vejez. Así, junto a una
joven noble, se encuentra una gitana con harapos, una anciana va
acompañada de dos niños y los Reyes Magos caminan entre
campesinos. Las figuras tienen la cabeza, las manos y los pies de
terracota policromada y los ojos de cristal. El nacimiento se realiza
gracias a la ayuda de algunos benefactores para limitar al máximo
los costes de la Gobernación del Vaticano.
El
6 de diciembre, en cambio, llega a la Plaza el abeto de Navidad, esta
vez procedente de Baviera (Alemania). Regalo de la comunidad
Waldmünchen, el árbol mide 25 metros de altura y tiene un diámetro
de 98 centímetros. Como es habitual las maestranzas de la
Gobernación y el personal del Vaticano se encargarán de instalarlo,
así como de la iluminación y la decoración. Pasadas las fiestas,
la madera del tronco se utilizará, como ya se hace desde algunos
años, para hacer juguetes u objetos de uso cotidiano.
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