Inicio - VIS Vaticano - Recibir VIS - Contáctenos - Calendario VIS

El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

últimas 5 noticias

VISnews en Twitter Ver en YouTube

lunes, 12 de noviembre de 2012

NINGÚN GESTO DE BONDAD CARECE DE SENTIDO ANTE DIOS

Ciudad del Vaticano, 11 de noviembre 2012 (VIS).- A mediodía, Benedicto XVI, se asomó a la ventana de su estudio para rezar el Ángelus con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro y comentó la Liturgia de la Palabra de este domingo que presenta como modelos de fe las figuras de dos viudas: una en el primer libro de los Reyes, la otra en el evangelio de Marcos.

Ambas mujeres son muy pobres -dijo el Santo Padre- y precisamente, en su condición, demuestran una gran fe en Dios. La primera aparece en el ciclo de los relatos sobre el profeta Elías a quien, durante una carestía, el Señor ordena que vaya a Sidón, fuera de Israel, en territorio pagano. Allí encuentra a una viuda a quien pide agua para beber y un poco de pan. La mujer le responde que le queda solamente un puñado de harina y un chorro de aceite, pero, ya que el profeta insiste y le promete, que, si lo escucha, la harina y el aceite no le faltarán, le da lo que pide y es recompensada. La segunda viuda, la del Evangelio, es notada por Jesús en el templo de Jerusalén, ante el “tesoro”, donde la gente echaba sus ofertas. Jesús, viendo que esta mujer echaba dos monedas, llamó a sus discípulos y les explicó que ese óbolo era mayor que el de los ricos, porque, mientras ellos daban lo que les sobraba, la viuda ofrecía “todo lo que tenía (..) para vivir”.

De estos dos episodios bíblicos, “se puede recabar una preciosa enseñanza sobre la fe, que se presenta como la actitud interior de quien funda la propia vida sobre Dios, sobre su Palabra, y confía totalmente en Él. La condición de la viuda, en la antigüedad, constituía de por sí un estado de grave necesidad. Por esto, en la Biblia, las viudas y los huérfanos son personas a las cuales Dios cuida de forma especial: han perdido el apoyo terreno, pero Dios sigue siendo su “esposo”, su “padre”. No obstante, la Escritura dice que la condición objetiva de necesidad, en este caso la viudez, no es suficiente: Dios pide siempre nuestra libre adhesión de fe, que se expresa en el amor por Él y por el prójimo. Ninguno es tan pobre cómo para no poder dar algo. Y, de hecho, ambas viudas demuestran su fe con un gesto de caridad: una con el profeta y la otra dando limosna. Así atestiguan la unidad inseparable entre fe y caridad, como también entre el amor a Dios y al amor prójimo”. “Ningún gesto de bondad -concluyó el Papa citando las palabras de San León Magno- carece de sentido ante Dios, ninguna misericordia permanece sin fruto”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Copyright © VIS - Vatican Information Service