Ciudad
del Vaticano, 8 noviembre 2012
(VIS).-”Cristianos e hindúes: formar a las jóvenes generaciones
para ser artífices de paz”, es el tema del Mensaje dirigido a los
seguidores del hinduismo por el cardenal Jean-Louis Tauran,
presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso,
con motivo de Deepavali, la fiesta de la luz, que este año se
celebra el 13 de noviembre. El documento lleva también la firma del
padre Miguel Angel Ayuso Guixot, M.C.C.J, secretario de ese
dicasterio.
“En
estos momentos de la historia humana, en que varias fuerzas
negativas, en muchas regiones del mundo, amenazan las legítimas
aspiraciones a una coexistencia pacífica, queremos servirnos de esta
preciosa tradición para compartir con vosotros la reflexión sobre
la responsabilidad de hindúes, cristianos y otros a la hora de
hacer todo lo posible para formar a las personas, especialmente a las
generaciones jóvenes, para ser artífices de paz”, dice el texto.
“Formar
a los jóvenes para ser artífices y constructores de paz es un
llamamiento acuciante a un compromiso colectivo y a una acción
común. Para que sea auténtica y duradera, la paz, debe fundarse en
los pilares de la verdad, la justicia, el amor y la libertad (...)
Además, en toda educación a la paz, las diferencias culturales
deben considerarse, ciertamente, una riqueza y no una amenaza o un
peligro”.
“La
familia es la primera escuela de paz y los padres son los principales
educadores a la paz (...) En las escuelas, colegios y universidades
(...) los responsables de la formación tienen la noble tarea de
asegurar una educación que respete y ensalce la dignidad innata de
cada ser humano y promueva amistad, justicia, paz y cooperación para
un desarrollo humano integral. También es para ellos un imperativo
moral que los valores espirituales y morales sean el fundamento de la
educación y prevenir a los estudiantes sobre las ideologías que
causan discordia o división”.
“Si
los Estados y los responsables de los sectores sociales, políticos y
culturales tienen un papel clave en reforzar la educación de los
jóvenes, los líderes religiosos, en particular, dada su vocación
de ser guías espirituales y morales, deben alentar a las jóvenes
generaciones a caminar por la senda de la paz y a ser mensajeros de
paz. Ya que los medios de comunicación influyen considerablemente en
la forma de pensar, sentir y actuar de la gente, los profesionales de
este campo deben contribuir al máximo a difundir pensamientos,
palabras y obras de paz. En realidad, los mismos jóvenes tendrían
que reavivar los ideales que propone a los demás con un uso
responsable de la libertad y la promoción de relaciones cordiales
para crear una cultura de paz”, concluye el documento.
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