Ciudad
del Vaticano, 16 de septiembre de 2012 (VIS).-Ayer a mediodía, antes
de almorzar con los patriarcas y obispos del Líbano y los miembros
del Consejo Especial del Sínodo para Oriente Medio, en la sede del
Patriarcado Armenio Católico de Bzommar, el Papa agradeció al
patriarca S.B Nerses Bédros XIX Tarmouni y al Superior del
Instituto del Clero Patriarcal su invitación.
“La
Divina Providencia -dijo- ha permitido nuestro encuentro en este
convento de Bzommar, tan emblemático para la Iglesia católica
armenia. Su fundador, el monje Hagop, apodado Méghabard – el
pecador –, es para nosotros un ejemplo de oración, de
desprendimiento de los bienes materiales y de fidelidad a Cristo
Redentor. Hace 500 años, promovió la impresión del Libro del
Viernes estableciendo así un puente entre el oriente y el occidente
cristianos. En su escuela, podemos aprender el sentido de la misión,
la fuerza de la verdad y el valor de la fraternidad en la unidad.
Mientras que nos disponemos a retomar fuerzas con este almuerzo,
preparado con tanto amor y ofrecido generosamente, el monje Hagop nos
recuerda también que la sed espiritual y la búsqueda del más allá
deben siempre habitar en nuestros corazones, ya que, ¡está escrito:
‘No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de
la boca del Dios'”.
“Queridos
amigos, por intercesión de los Apóstoles Bartolomé y Tadeo, y de
san Gregorio el Iluminador, pidamos al Señor que bendiga la
comunidad armenia, duramente probada a través de los tiempos, y que
envíe a su mies numerosos obreros y santos que, por Cristo, sean
capaces de cambiar la faz de nuestra sociedad, de curar los corazones
desgarrados y de volver a dar ánimo, fuerza y esperanza a los
abatidos. Gracias”.
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