CIUDAD DEL VATICANO, 29 NOV 2008 (VIS).-El Papa recibió este mediodía a un grupo de alumnos de los Pontificios Seminarios Regionales de las Marcas, Apulia, Abruzos y Molise con motivo del centenario de la fundación de sus seminarios.
El Santo Padre afirmó que la misión propia del sacerdote es "esparcir en el campo del mundo la Palabra de Dios", que "lleva en sí la vida eterna; es el mismo Cristo, el único que puede cambiar el corazón humano y renovar el mundo. Pero podríamos preguntarnos -dijo-: ¿El hombre contemporáneo siente todavía necesidad de Cristo y de su mensaje de salvación?".
"En un clima caracterizado a veces por un racionalismo cerrado en sí mismo, que considera como único modelo de conocimiento el de las ciencias prácticas -continuó-, el resto se convierte en algo totalmente subjetivo y por tanto, también la experiencia religiosa corre el riesgo de ser vista como una elección subjetiva, que no es esencial y determinante para la vida".
Benedicto XVI puso de relieve que "el hombre contemporáneo aparece a menudo desorientado y preocupado por su futuro, en busca de certezas y deseoso de puntos de referencia seguros. El hombre del tercer milenio, como en todas las épocas, tiene necesidad de Dios y a veces lo busca sin darse cuenta". En este sentido subrayó que los cristianos, "y de modo especial los sacerdotes" deben "ofrecer a todos, con medios y modos que respondan a las exigencias de los tiempos, la inmutable Palabra de vida eterna, que es Cristo, Esperanza del mundo".
"En vista de esta importante misión -añadió- (…) asumen un gran valor los años del seminario, tiempo destinado a la formación y al discernimiento; años en los que lo principal debe ser la constante búsqueda de una relación personal con Jesús".
En este año dedicado a San Pablo, el Papa propuso al Apóstol como "modelo en el que inspirarse en la preparación al ministerio apostólico" y pidió a los futuros sacerdotes que imitándole, no se cansaran de "encontrar a Cristo en la escucha, en la lectura y en el estudio de la Sagrada Escritura, en la oración y en la meditación personal, en la liturgia y en todas las demás actividades cotidianas".
El Santo Padre concluyó expresando el deseo de que los seminarios regionales "sean también "casas" de acogida vocacional paras imprimir un mayor impulso a la pastoral vocacional, cuidando especialmente el mundo juvenil y educando a los jóvenes a los grandes ideales evangélicos y misioneros".
AC/…/SEMINARISTAS VIS 20081201 (420)
El Santo Padre afirmó que la misión propia del sacerdote es "esparcir en el campo del mundo la Palabra de Dios", que "lleva en sí la vida eterna; es el mismo Cristo, el único que puede cambiar el corazón humano y renovar el mundo. Pero podríamos preguntarnos -dijo-: ¿El hombre contemporáneo siente todavía necesidad de Cristo y de su mensaje de salvación?".
"En un clima caracterizado a veces por un racionalismo cerrado en sí mismo, que considera como único modelo de conocimiento el de las ciencias prácticas -continuó-, el resto se convierte en algo totalmente subjetivo y por tanto, también la experiencia religiosa corre el riesgo de ser vista como una elección subjetiva, que no es esencial y determinante para la vida".
Benedicto XVI puso de relieve que "el hombre contemporáneo aparece a menudo desorientado y preocupado por su futuro, en busca de certezas y deseoso de puntos de referencia seguros. El hombre del tercer milenio, como en todas las épocas, tiene necesidad de Dios y a veces lo busca sin darse cuenta". En este sentido subrayó que los cristianos, "y de modo especial los sacerdotes" deben "ofrecer a todos, con medios y modos que respondan a las exigencias de los tiempos, la inmutable Palabra de vida eterna, que es Cristo, Esperanza del mundo".
"En vista de esta importante misión -añadió- (…) asumen un gran valor los años del seminario, tiempo destinado a la formación y al discernimiento; años en los que lo principal debe ser la constante búsqueda de una relación personal con Jesús".
En este año dedicado a San Pablo, el Papa propuso al Apóstol como "modelo en el que inspirarse en la preparación al ministerio apostólico" y pidió a los futuros sacerdotes que imitándole, no se cansaran de "encontrar a Cristo en la escucha, en la lectura y en el estudio de la Sagrada Escritura, en la oración y en la meditación personal, en la liturgia y en todas las demás actividades cotidianas".
El Santo Padre concluyó expresando el deseo de que los seminarios regionales "sean también "casas" de acogida vocacional paras imprimir un mayor impulso a la pastoral vocacional, cuidando especialmente el mundo juvenil y educando a los jóvenes a los grandes ideales evangélicos y misioneros".
AC/…/SEMINARISTAS VIS 20081201 (420)
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