CIUDAD DEL VATICANO, 16 ABR 2008 (VIS).-Al final del coloquio privado entre Benedicto XVI y el presidente estadounidense, George W. Bush, en el Estudio Oval de la Casa Blanca, la Santa Sede y la Presidencia de Estados Unidos publicaron una declaración conjunta. Sigue el texto:
"El presidente Bush, en nombre de todos los americanos, dio la bienvenida al Santo Padre, le felicitó por su cumpleaños y le dio las gracias por la guía moral y espiritual que ofrece a toda la familia humana. El presidente expresó al Papa sus mejores deseos tanto para su viaje apostólico como para su intervención ante las Naciones Unidas y le manifestó su aprecio por la visita que efectuará a "Ground Zero" en Nueva York".
"Durante el encuentro, el Santo Padre y el presidente hablaron de diversos temas de interés común para la Santa Sede y los Estados Unidos de América, entre ellos cuestiones morales y religiosas en las que ambas partes están comprometidas: el respeto de la dignidad de la persona humana; la defensa y la promoción de la vida, del matrimonio y de la familia: la educación de las generaciones futuras; los derechos humanos y la libertad religiosa; el desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza y las pandemias, especialmente en África. En relación con este último argumento, el Santo Padre mostró su satisfacción por las importantes contribuciones financieras de los Estados Unidos en ese campo. Los dos reafirmaron su rechazo total del terrorismo, así como de la manipulación de la religión para justificar actos inmorales y violentos contra inocentes. Posteriormente abordaron la necesidad de afrontar el terrorismo con los medios adecuados que respeten a las personas humanas así como sus derechos.
"El Santo Padre y el presidente dedicaron un tiempo considerable en su discusión a Oriente Medio, en particular a la solución del conflicto israelí-palestino en línea con la visión de dos Estados que vivan uno junto a otro en paz y seguridad, su mutuo apoyo a la soberanía e independencia del Líbano y su preocupación común por la situación en Irak y, en particular por la precaria situación de las comunidades cristianas allí y en el resto de la región. El Santo Padre y el presidente expresaron su esperanza por el final de la violencia y por una rápida y global solución de las crisis que afligen a la región".
"El Santo Padre y el presidente también consideraron la situación en América Latina, haciendo referencia, entre otras cuestiones a los inmigrantes, y a la necesidad de una política coordinada sobre la inmigración, que tenga en cuenta especialmente su trato humano y el bienestar de sus familias".
PV-EE.UU./ENTREVISTA PRESIDENTE/WASHINGTON VIS 20080417 (450)
"El presidente Bush, en nombre de todos los americanos, dio la bienvenida al Santo Padre, le felicitó por su cumpleaños y le dio las gracias por la guía moral y espiritual que ofrece a toda la familia humana. El presidente expresó al Papa sus mejores deseos tanto para su viaje apostólico como para su intervención ante las Naciones Unidas y le manifestó su aprecio por la visita que efectuará a "Ground Zero" en Nueva York".
"Durante el encuentro, el Santo Padre y el presidente hablaron de diversos temas de interés común para la Santa Sede y los Estados Unidos de América, entre ellos cuestiones morales y religiosas en las que ambas partes están comprometidas: el respeto de la dignidad de la persona humana; la defensa y la promoción de la vida, del matrimonio y de la familia: la educación de las generaciones futuras; los derechos humanos y la libertad religiosa; el desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza y las pandemias, especialmente en África. En relación con este último argumento, el Santo Padre mostró su satisfacción por las importantes contribuciones financieras de los Estados Unidos en ese campo. Los dos reafirmaron su rechazo total del terrorismo, así como de la manipulación de la religión para justificar actos inmorales y violentos contra inocentes. Posteriormente abordaron la necesidad de afrontar el terrorismo con los medios adecuados que respeten a las personas humanas así como sus derechos.
"El Santo Padre y el presidente dedicaron un tiempo considerable en su discusión a Oriente Medio, en particular a la solución del conflicto israelí-palestino en línea con la visión de dos Estados que vivan uno junto a otro en paz y seguridad, su mutuo apoyo a la soberanía e independencia del Líbano y su preocupación común por la situación en Irak y, en particular por la precaria situación de las comunidades cristianas allí y en el resto de la región. El Santo Padre y el presidente expresaron su esperanza por el final de la violencia y por una rápida y global solución de las crisis que afligen a la región".
"El Santo Padre y el presidente también consideraron la situación en América Latina, haciendo referencia, entre otras cuestiones a los inmigrantes, y a la necesidad de una política coordinada sobre la inmigración, que tenga en cuenta especialmente su trato humano y el bienestar de sus familias".
PV-EE.UU./ENTREVISTA PRESIDENTE/WASHINGTON VIS 20080417 (450)
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