CIUDAD DEL VATICANO, 25 MAR 2007 (VIS).-La solemnidad de la Anunciación de la Virgen María, que al coincidir este año con un domingo de Cuaresma se celebra el 26 de marzo, y la Jornada de oración y de ayuno por los misioneros mártires (24 de marzo), fueron los temas centrales del Angelus de Benedicto XVI.
Ante miles de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa habló del "extraordinario misterio de fe" de la Anunciación. "Un acontecimiento humilde, escondido (...) pero al mismo tiempo decisivo para la historia de la humanidad".
"El sí de María -explicó- es el reflejo perfecto del sí de Cristo, cuando entró en el mundo (...) y de este modo, gracias al encuentro de estos dos "sí" Dios pudo asumir un rostro humano. La respuesta de María al ángel prosigue en la Iglesia, llamada a hacer presente a Cristo en la historia, ofreciendo su disponibilidad para que Dios pueda seguir visitando a la humanidad con su misericordia".
El Santo Padre afirmó que el sí de Jesús y de María se renueva en el sí de los santos, especialmente de los mártires, asesinados a causa del Evangelio, y recordó que ayer, 24 de marzo, aniversario del asesinato de monseñor Óscar Romero, arzobispo de San Salvador, se celebró la Jornada de oración y de ayuno por los misioneros mártires: "obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, asesinados en el cumplimiento de su misión de evangelización y de promoción humana".
"Ellos son -dijo el Papa- "esperanza para el mundo", pues testimonian que el amor de Cristo es más fuerte que la violencia y el odio. No buscaron el martirio, pero estuvieron dispuestos a dar la vida para ser fieles al Evangelio. El martirio cristiano se justifica solamente como supremo acto de amor a Dios y a los hermanos".
Una vez rezado el Angelus, Benedicto XVI recordó que el próximo 1 de abril, Domingo de Ramos, se celebra la XXII Jornada Mundial de la Juventud, cuyo tema es este año el mandamiento de Cristo "Como yo os he amado, así amaos también vosotros los unos a los otros".
El Papa invitó a los jóvenes romanos a la liturgia penitencial que presidirá el 29 de marzo por la tarde en la basílica de San Pedro. "Quienes lo deseen -concluyo- tendrán la posibilidad de acercarse al sacramento de la Confesión, verdadero encuentro con el amor de Dios, que todo ser humano necesita para vivir en alegría y paz".
ANG/ANUNCIACION:MISIONES/ROMERO VIS 20070326 (410)
Ante miles de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa habló del "extraordinario misterio de fe" de la Anunciación. "Un acontecimiento humilde, escondido (...) pero al mismo tiempo decisivo para la historia de la humanidad".
"El sí de María -explicó- es el reflejo perfecto del sí de Cristo, cuando entró en el mundo (...) y de este modo, gracias al encuentro de estos dos "sí" Dios pudo asumir un rostro humano. La respuesta de María al ángel prosigue en la Iglesia, llamada a hacer presente a Cristo en la historia, ofreciendo su disponibilidad para que Dios pueda seguir visitando a la humanidad con su misericordia".
El Santo Padre afirmó que el sí de Jesús y de María se renueva en el sí de los santos, especialmente de los mártires, asesinados a causa del Evangelio, y recordó que ayer, 24 de marzo, aniversario del asesinato de monseñor Óscar Romero, arzobispo de San Salvador, se celebró la Jornada de oración y de ayuno por los misioneros mártires: "obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, asesinados en el cumplimiento de su misión de evangelización y de promoción humana".
"Ellos son -dijo el Papa- "esperanza para el mundo", pues testimonian que el amor de Cristo es más fuerte que la violencia y el odio. No buscaron el martirio, pero estuvieron dispuestos a dar la vida para ser fieles al Evangelio. El martirio cristiano se justifica solamente como supremo acto de amor a Dios y a los hermanos".
Una vez rezado el Angelus, Benedicto XVI recordó que el próximo 1 de abril, Domingo de Ramos, se celebra la XXII Jornada Mundial de la Juventud, cuyo tema es este año el mandamiento de Cristo "Como yo os he amado, así amaos también vosotros los unos a los otros".
El Papa invitó a los jóvenes romanos a la liturgia penitencial que presidirá el 29 de marzo por la tarde en la basílica de San Pedro. "Quienes lo deseen -concluyo- tendrán la posibilidad de acercarse al sacramento de la Confesión, verdadero encuentro con el amor de Dios, que todo ser humano necesita para vivir en alegría y paz".
ANG/ANUNCIACION:MISIONES/ROMERO VIS 20070326 (410)
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