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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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lunes, 5 de febrero de 2007

MENSAJE CON MOTIVO DE LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD

CIUDAD DEL VATICANO, 5 FEB 2007 (VIS).-Hoy se hizo público el mensaje del Papa con ocasión de la XXII Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en todas las diócesis el próximo Domingo de Ramos, 1 de abril, y cuyo tema son las palabras de Jesús: "Como yo os he amado, así amaos también vosotros los unos a los otros" (Jn 13,34). Reproducimos amplios extractos del texto, fechado el 27 de enero.

  "El amor es posible y la finalidad de mi mensaje es contribuir a despertar en cada uno de vosotros, que sois el futuro y la esperanza de la humanidad, la confianza en el amor verdadero, fiel y fuerte; un amor que genera paz y alegría; un amor que une a las personas, haciéndolas sentirse libres en el mutuo respeto".

  "¿Cómo se nos manifiesta Dios-Amor? (...) En Cristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, hemos conocido el amor en todo su alcance. (...) La manifestación del amor divino es total y perfecta en la Cruz. (...) Redimida por su sangre, ninguna vida humana es inútil o de poco valor, porque todos somos amados personalmente por Él con un amor apasionado y fiel, con un amor sin límites".

  "Es más, el Crucificado, que después de la resurrección lleva para siempre los signos de la propia pasión, pone de relieve las "falsificaciones" y mentiras sobre Dios, que se ocultan bajo el manto de la violencia, la venganza y la exclusión. Cristo es el Cordero de Dios, que carga con el pecado del mundo y erradica el odio del corazón del hombre. Ésta es su verdadera "revolución": el amor.

  "En la cruz Cristo grita: "Tengo sed" (Jn 19,28): revela así una ardiente sed de amar y de ser amado por cada uno de nosotros. Sólo si llegamos a percibir la profundidad y la intensidad de tal misterio, nos damos cuenta de la necesidad y de la urgencia de amarlo por nuestra parte "como" Él nos ha amado. (...) Amar como Él nos ha amado significa amar a todos, sin distinción, también a los enemigos, "hasta el extremo" (cfr. Jn 13,1)".
 
  "Quisiera ahora detenerme en tres ámbitos de la vida cotidiana donde vosotros, queridos jóvenes, estáis llamados en modo particular a manifestar el amor de Dios. El primer ámbito es la Iglesia que es nuestra familia espiritual. (...) Alimentad, con vuestro entusiasmo y vuestra caridad, las actividades de las parroquias, de las comunidades, de los movimientos eclesiales y de los grupos juveniles a los que pertenecéis. Sed solícitos en buscar el bien de los demás, fieles a los compromisos tomados. No dudéis en renunciar con alegría a algunas de vuestras diversiones, aceptad de buena gana los  sacrificios necesarios, dad testimonio de vuestro amor fiel por Cristo anunciando su Evangelio especialmente entre vuestros coetáneos".

  "El segundo ámbito (...) es vuestra preparación al futuro que os espera. Si sois novios, Dios tiene un proyecto de amor para vuestro futuro matrimonio y familia y por eso es esencial que lo descubráis con la ayuda de la Iglesia, libres del prejuicio según el cual el cristianismo, con sus mandamientos y sus prohibiciones, obstaculiza la alegría del amor e impide en particular disfrutar plenamente de aquella felicidad que el hombre y la mujer buscan en su recíproco amor".

  "El período del noviazgo, fundamental para construir el matrimonio, es un tiempo de espera y de preparación, que hay que vivir en la castidad de los gestos y de las palabras. Esto permite madurar en el amor, en el cuidado y en la atención para con el otro; ayuda a ejercitar el autodominio, a desarrollar el respeto del otro, características del verdadero amor que no busca en primer lugar la propia satisfacción ni el propio bienestar. En la oración común pedid al Señor que cuide y acreciente vuestro amor y lo purifique de todo egoísmo".

  "Non dudéis en responder generosamente a la llamada del Señor, porque el matrimonio cristiano es una verdadera y auténtica vocación en la Iglesia. Igualmente, queridos y queridas jóvenes, estad preparados a decir "sí", si Dios os llama a seguirlo en el camino del sacerdocio ministerial o de la vida consagrada. Vuestro ejemplo será un aliciente para muchos de vuestros coetáneos, que están buscando la verdadera felicidad".

  "El tercer ámbito del compromiso que conlleva el amor es el de la vida cotidiana con sus múltiples relaciones. Me refiero sobre todo a la familia, al estudio, al trabajo y al tiempo libre. (...) Desarrollad vuestras capacidades, no sólo para ser más "competitivos" y "productivos", sino para ser "testigos de la caridad". Unid a la formación profesional el esfuerzo de adquirir conocimientos religiosos útiles. (...) En modo particular, os invito a profundizar en la doctrina social de la Iglesia, para que a partir de sus principios esté inspirada e iluminada vuestra acción en el mundo".

  "Queridos jóvenes, quisiera invitaros a "osar el amor", a no desear otra cosa que un amor fuerte y hermoso, capaz de hacer de toda la existencia una realización gozosa del don de vosotros mismos a Dios y a los hermanos. (...) El amor es la única fuerza capaz de cambiar el corazón del hombre y de la humanidad entera, haciendo provechosas las relaciones entre hombres y mujeres, entre ricos y pobres, entre culturas y civilizaciones. De esto da testimonio la vida de los Santos. (...) Esforzaos en conocerlos mejor, encomendaos a su intercesión, intentad vivir como ellos. Me limito a citar a Madre Teresa de Calcuta. (...) El único deseo de su vida se convirtió en saciar la sed de amor de Cristo no con palabras, sino con actos concretos, reconociendo el rostro desfigurado, sediento de amor, en el rostro de los más pobres entre los pobres".

  "Sólo la ayuda del Señor nos permite huir de la resignación frente a la enormidad de la tarea que hay que llevar a cabo y nos infunde el valor para realizar lo que humanamente es impensable. El contacto con el Señor en la oración nos mantiene en la humildad".

  "Sobre todo, la Eucaristía es la gran escuela del amor. Cuando se participa en forma regular y con devoción en la Santa Misa, cuando se transcurren en compañía de Jesús eucarístico prolongadas pausas de adoración, es más fácil comprender la anchura, la longitud, la altura y la profundidad de su amor que excede a todo conocimiento (cfr. Ef 3,17-18). Compartiendo el Pan eucarístico con los hermanos de la comunidad eclesial se es impulsado a traducir "con prontitud", como lo hizo la Virgen con Isabel, el amor de Cristo en generoso servicio a los hermanos".

  "La próxima Jornada Mundial de la Juventud (...) representará una etapa importante hacia el encuentro de Sydney, cuyo tema será: "Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis  testigos"(Hch 1,8). María, Madre de Cristo y de la Iglesia, os ayude a hacer resonar en todas partes el grito que ha cambiado el mundo: "¡Dios es amor!". Os acompaño con la oración y de corazón os bendigo".
MESS/JORNADA MUNDIAL JUVENTUD/...            VIS 20070205 (1100)


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