CIUDAD DEL VATICANO, 8 DIC 2006 (VIS).-A primera hora de esta tarde, el Papa se trasladó en un automóvil descapotable a la romana Plaza de España, para rendir el tradicional homenaje a la estatua de la Inmaculada, que se encuentra en lo alto de una columna. Durante el recorrido, Benedicto XVI iba de pie saludando a las miles de personas que se agolpaban a los lados de las calles.
Después de llegar al monumento de la Inmaculada, formado por una columna coronada por la estatua de la Virgen, situada frente a la embajada de España ante la Santa Sede, Benedicto XVI ofreció una cesta de rosas a María y leyó una oración.
"Llena de gracia" eres tú, María, colma de amor divino desde el primer instante de tu existencia, providencialmente predestinada a ser la Madre del Redentor, e íntimamente asociada a Él en el misterio de la salvación. (...) En ti brilla la dignidad de todo ser humano, que siempre es precioso a los ojos del Creador. Quien te dirige la mirada, Madre totalmente santa, no pierde la serenidad, por muy duras que sean las pruebas de la vida. Si bien la experiencia del pecado es triste, pues afea la dignidad de los hijos de Dios, quien recurre a ti redescubre la belleza de la verdad y del amor, y vuelve a encontrar el camino que lleva a la casa del Padre".
El Papa pidió a la Virgen que supiéramos, como Ella, "pronunciar también nuestro "sí" a la voluntad del Señor" y que nos diera la "valentía para decir "no" a los engaños del poder, del dinero, del placer; a las ganancias deshonestas, a la corrupción y a la hipocresía, al egoísmo y a la violencia. "No" al Maligno, príncipe mentiroso de este mundo. "Sí" a Cristo, que destruye la potencia del mal con la omnipotencia del amor. Nosotros sabemos que sólo los corazones convertidos al Amor, que es Dios, pueden construir un futuro mejor para todos".
"¡Llena de gracia" eres tú, María! (...) Al manantial de tu Corazón inmaculado, venimos una vez más como peregrinos confiados para obtener fe y consuelo, alegría y amor, seguridad y paz".
Benedicto XVI pidió también a la Virgen que se mostrase "Madre y guardiana de Italia y Europa, para que los pueblos sepan sacar de las antiguas raíces cristianas, nueva savia para construir su presente y su futuro; muéstrate Madre diligente y misericordiosa hacia el mundo entero para que, respetando la dignidad humana y rechazando toda forma de violencia y de explotación, se sienten las bases firmes para la civilización del amor".
"Muestra que eres Madre especialmente de los más necesitados: de los indefensos, de los marginados y los excluidos, de las víctimas de una sociedad que con frecuencia sacrifica al hombre por otros fines e intereses. ¡Muestra que eres Madre de todos, María, y danos a Cristo, esperanza del mundo! "Monstra Te esse Matrem", Virgen Inmaculada, ¡llena de gracia! ¡Amén!".
Terminado el homenaje a la Inmaculada y antes de regresar al Vaticano, el Papa se dirigió a la basílica de Santa María la Mayor, donde rezó ante la imagen "Salus Populi Romani".
BXVI-HOMENAJE/INMACULADA/... VIS 20061211 (530)
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