CIUDAD DEL VATICANO, 14 MAR 2005 (VIS).-Se publica hoy el discurso pronunciado el 10 de marzo por monseñor Fortunatus Nwachukwu, consejero de nunciatura de la misión de observador permanente de la Santa Sede ante la Oficina de las Naciones Unidas e Instituciones Especializadas en Ginebra, durante la 32 reunión del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). La reunión se celebró del 8 al 11 de marzo.
"La situación de los refugiados en Africa -dijo en su intervención centrada en la crisis de la población desplazada de Darfur, Sudán- es una grave herida para toda la familia humana. La situación, precaria y trágica, de estos millones de personas arrancadas con la fuerza de sus aldeas y tierras exige decisiones rápidas y concretas que alivien sus sufrimientos y defiendan sus derechos".
"Entre las señales positivas del año pasado, observó Nwachukwu, destacan la repatriación voluntaria y organizada de los refugiados, gracias a la cual comenzó a normalizarse la vida de decenas de miles de personas". Sin embargo, "la financiación ha sido insuficiente" y se ha verificado "un empeoramiento de la violencia y de los malos tratos a los desplazados de Darfur, donde la situación humanitaria es crítica. Los ataques sistemáticos a las poblaciones civiles, la destrucción de infraestructuras y de enteras aldeas y la eliminación de los animales de cría y de los cultivos han desembocado en una vasta fuga de la población".
"Si tienen suerte, las personas pasan a ser refugiados cuando atraviesan la frontera y terminan en un campo de refugiados en Chad, donde pueden contar con alguna protección y una seguridad relativa. (...) Las fuerzas militares de la Unión Africana son pocas y les falta el respaldo logístico necesario".
Al final, a pesar de "la valiente presencia y ayuda de ACNUR, de otros organismos de Naciones Unidas y de numerosas ONGs (...) es urgente la guía decidida por parte de Naciones Unidas, así como la coordinación general por parte de un solo organismo de la ayuda externa y la protección a los desplazados internos, tantos en los campos de refugiados como en otros lugares. (...) Como comunidad internacional, deberíamos elaborar un sistema fiable que proteja efectivamente a los que están en su propia nación, pero alejados de sus hogares".
DELSS/REFUGIADOS/GINEBRA:NWACHUKWU VIS 20050314 (380)
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