CIUDAD DEL VATICANO, 22 MAY 2004 (VIS).-Se ha publicado hoy el discurso pronunciado el 20 de mayo por monseñor Renato Volante, observador permanente de la Santa Sede en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y jefe de la delegación de la Santa Sede en la XVII Conferencia de la FAO para Asia y el Pacífico, celebrada en Beijing (China), del 17 al 21 de mayo.
"La presencia internacional de la Santa Sede está motivada exclusivamente -dijo el prelado- por el deseo de rendir un servicio común a toda la familia humana. Desea de este modo atestiguar su interés constructivo en la causa del ser humano, la atención a sus necesidades fundamentales, empezando por el derecho fundamental a la nutrición, que es un ingrediente esencial del derecho a la vida".
"Parece que la situación de la seguridad alimentaria se hace cada vez más preocupante -observó-, el crecimiento de los sistemas de producción cada vez más ligado a métodos a larga escala, mientras aumenta el degrado ambiental que para el mundo de la agricultura significa también empobrecimiento del suelo y escasez de agua. Todo ello socava los niveles de seguridad alimentaria. Frente a estos desafíos, se hace cada vez más necesario mirar al futuro para comprender cual puede ser el papel de la FAO en los próximos años en esta región del mundo".
Monseñor Volante acabó citando el discurso de Juan Pablo II en la Cumbre Mundial de la Alimentación (1996). "Es de esperar -dijo en aquella ocasión- que vuestras reflexiones inspiren también medidas concretas para combatir la inseguridad alimentaria, que tiene entre sus víctimas a tantos de nuestros hermanos y hermanas, porque nada cambiará en el ámbito mundial si los responsables de las naciones no ponen en práctica los compromisos escritos en vuestro plan de acción para implementar políticas económicas y alimentarias basadas no solamente en el beneficio sino también en la división solidaria".
DELSS/ REUNION FAO/BEIJING:VOLANTE VIS 20040524 (320)
"La presencia internacional de la Santa Sede está motivada exclusivamente -dijo el prelado- por el deseo de rendir un servicio común a toda la familia humana. Desea de este modo atestiguar su interés constructivo en la causa del ser humano, la atención a sus necesidades fundamentales, empezando por el derecho fundamental a la nutrición, que es un ingrediente esencial del derecho a la vida".
"Parece que la situación de la seguridad alimentaria se hace cada vez más preocupante -observó-, el crecimiento de los sistemas de producción cada vez más ligado a métodos a larga escala, mientras aumenta el degrado ambiental que para el mundo de la agricultura significa también empobrecimiento del suelo y escasez de agua. Todo ello socava los niveles de seguridad alimentaria. Frente a estos desafíos, se hace cada vez más necesario mirar al futuro para comprender cual puede ser el papel de la FAO en los próximos años en esta región del mundo".
Monseñor Volante acabó citando el discurso de Juan Pablo II en la Cumbre Mundial de la Alimentación (1996). "Es de esperar -dijo en aquella ocasión- que vuestras reflexiones inspiren también medidas concretas para combatir la inseguridad alimentaria, que tiene entre sus víctimas a tantos de nuestros hermanos y hermanas, porque nada cambiará en el ámbito mundial si los responsables de las naciones no ponen en práctica los compromisos escritos en vuestro plan de acción para implementar políticas económicas y alimentarias basadas no solamente en el beneficio sino también en la división solidaria".
DELSS/ REUNION FAO/BEIJING:VOLANTE VIS 20040524 (320)
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