CIUDAD DEL VATICANO, 2 MAY 2004 (VIS).-Juan Pablo II rezó el Regina Coeli esta mañana con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, entre los que se encontraban los que habían asistido a la misa celebrada con anterioridad en la basílica y durante la cual fueron ordenados 26 nuevos sacerdotes. Antes de la oración mariana, el Papa recordó que Europa atraviesa unos momentos históricos porque diez nuevos países entraron ayer a formar parte de la Unión Europea, entre los cuales Polonia, la patria del pontífice.
"Si la unidad de los pueblos europeos quiere ser duradera -dijo el Santo Padre- no puede ser solamente económica y política. Como ya recordé en mi peregrinación a Compostela, en noviembre de 1982, el alma de Europa sigue hoy estando unida porque su punto de referencia son los valores comunes humanos y cristianos. La historia de la formación de las naciones europeas camina al unísono con la evangelización. Por tanto, no obstante las crisis espirituales que han jalonado la vida del continente hasta nuestros días, su identidad sería incomprensible sin el cristianismo".
"Precisamente por eso -prosiguió- la Iglesia ha querido ofrecer en estos años no pocas contribuciones a la consolidación de su unidad cultural y espiritual. (…) Sólo una Europa que no olvide, sino que vuelva a descubrir sus propias raíces cristianas podrá estar a la altura de los grandes retos del tercer milenio: la paz, el diálogo entre las culturas y las religiones, la salvaguardia de la creación. Todos los creyentes en Cristo del Occidente y el Oriente europeo, gracias a una cooperación ecuménica abierta y sincera. están llamados a ofrecer su aportación a esta importante empresa".
Tras el Regina Coeli, Juan Pablo II hizo extensivos sus "cordiales saludos" a los 26 sacerdotes que acababa de ordenar en la basílica, así como a sus familiares y amigos. "Hoy -dijo- celebramos la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Pienso especialmente en los que se dedican a la formación al sacerdocio y a la vida consagrada e invito a rezar para que no falten nunca en la Iglesia vocaciones numerosas y santas".
El Papa también saludo en especial a los cardenales, obispos, religiosos y laicos de Polonia, así como a los líderes civiles y a los representantes diplomáticos con motivo de la incorporación de este país, el primero de mayo, a la Unión Europea. Juan Pablo II recordó que mientras rezaba el Regina Coeli, el cardenal Edward Michael Egan, arzobispo de Nueva York, estaba celebrando una misa al aire libre en Varsovia a la que asistían representantes del episcopado polaco y europeo. "Junto a vosotros -dijo el Santo Padre- confío a la sabia, justa y misericordiosa Providencia divina el futuro de Europa. ¡Que crezca sobre la base del amor de Cristo!".
ANG/EUROPA:CRISTIANISMO:VOCACIONES/… VIS 20040503 (430)
"Si la unidad de los pueblos europeos quiere ser duradera -dijo el Santo Padre- no puede ser solamente económica y política. Como ya recordé en mi peregrinación a Compostela, en noviembre de 1982, el alma de Europa sigue hoy estando unida porque su punto de referencia son los valores comunes humanos y cristianos. La historia de la formación de las naciones europeas camina al unísono con la evangelización. Por tanto, no obstante las crisis espirituales que han jalonado la vida del continente hasta nuestros días, su identidad sería incomprensible sin el cristianismo".
"Precisamente por eso -prosiguió- la Iglesia ha querido ofrecer en estos años no pocas contribuciones a la consolidación de su unidad cultural y espiritual. (…) Sólo una Europa que no olvide, sino que vuelva a descubrir sus propias raíces cristianas podrá estar a la altura de los grandes retos del tercer milenio: la paz, el diálogo entre las culturas y las religiones, la salvaguardia de la creación. Todos los creyentes en Cristo del Occidente y el Oriente europeo, gracias a una cooperación ecuménica abierta y sincera. están llamados a ofrecer su aportación a esta importante empresa".
Tras el Regina Coeli, Juan Pablo II hizo extensivos sus "cordiales saludos" a los 26 sacerdotes que acababa de ordenar en la basílica, así como a sus familiares y amigos. "Hoy -dijo- celebramos la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Pienso especialmente en los que se dedican a la formación al sacerdocio y a la vida consagrada e invito a rezar para que no falten nunca en la Iglesia vocaciones numerosas y santas".
El Papa también saludo en especial a los cardenales, obispos, religiosos y laicos de Polonia, así como a los líderes civiles y a los representantes diplomáticos con motivo de la incorporación de este país, el primero de mayo, a la Unión Europea. Juan Pablo II recordó que mientras rezaba el Regina Coeli, el cardenal Edward Michael Egan, arzobispo de Nueva York, estaba celebrando una misa al aire libre en Varsovia a la que asistían representantes del episcopado polaco y europeo. "Junto a vosotros -dijo el Santo Padre- confío a la sabia, justa y misericordiosa Providencia divina el futuro de Europa. ¡Que crezca sobre la base del amor de Cristo!".
ANG/EUROPA:CRISTIANISMO:VOCACIONES/… VIS 20040503 (430)
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