PABLO VI Y JUAN PABLO I, IMAGEN DE LA ALEGRIA DE LA IGLESIA

CIUDAD DEL VATICANO, 27 SEP 2003 (VIS) - El Papa presidió esta tarde en la basílica vaticana la Santa Misa en memoria de los Sumos Pontífices Pablo VI y Juan Pablo I al cumplirse el XXV aniversario de su muerte. El cardenal Joseph Ratzinger, decano del colegio cardenalicio, celebró la Santa Misa.

De Pablo VI y de Juan Pablo I, fallecidos el 6 de agosto y el 28 de septiembre de 1978 respectivamente, "nos gusta pensar -dijo el Papa en la homilía- que ya han entrado en el 'tiempo de Dios'; en aquel 'octavo día' que 'ha hecho el Señor', meta y cumplimiento de nuestras jornadas terrenas".

Refiriéndose a la "frecuente invitación de Pablo VI a la alegría cristiana", el Santo Padre subrayó que "a pesar de tantas dificultades, brotaba de su conciencia de adherir constantemente a la voluntad divina. Pienso también en la sonrisa serena del Papa Luciani, que en el breve período de un mes conquistó el mundo".

"En uno y otro pontífice -continuó- se refleja la alegría de la Iglesia. Incluso cuando está marcada por tantos sufrimientos, no tiene miedo; no se encierra en sí misma, sino que se fía del Señor. Sabe que está guiada por el Espíritu Santo, y por eso se alegra de los signos de la misericordia de Dios; admira las maravillas que el Omnipotente cumple en los pequeños, en los pobres y en aquellos que lo temen".

Juan Pablo II, comentando la primera lectura de la misa, que presenta a Moisés en actitud de "profunda libertad interior, motivada por la confianza en Dios", dijo: "Esta misma actitud la podemos descubrir en Pablo VI y en Juan Pablo I, que no cedieron a juicios del momento y a visiones relacionadas con intereses contingentes. Sólidamente enraizados en la Verdad, no dudaron en dialogar con todos los hombres de buena voluntad".

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