AUDIENCIA GENERAL: COMENTARIO AL SALMO 134

CIUDAD DEL VATICANO, 9 ABR 2003 (VIS) - Continuando con la catequesis sobre los salmos, en la audiencia general de hoy, celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa habló sobre la primera parte del Salmo 134, "Alabad al Señor que obra maravillas".

Juan Pablo II dijo a los 15.000 fieles presentes que el Salmo 134 comienza con una invitación a alabar a Dios. "El llamamiento a cantar el aleluya se dirige a los 'siervos del Señor'", a los que se unen todos los fieles, y Dios es reconocido como "bueno y amable".

Posteriormente, continuó el Santo Padre, el salmista "prosigue con una profesión de fe solemne", en la que "sobre todo se exalta el obrar de Dios en todo el universo" y la historia de la salvación. "El Dios creador es reconocido como el Señor redentor, evocando los eventos fundamentales de la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto. El salmista cita la 'plaga' de los primogénitos, que engloba todos los 'signos y prodigios' obrados por el Dios liberador durante el éxodo. (...) Al final se perfila en el horizonte la tierra prometida, que Israel recibe 'en herencia' del Señor".

"Siguiendo esta profesión de fe, también nosotros elevamos nuestra alabanza a Dios", afirmó el Papa. "El Creador y Señor -escribe San Clemente I en su carta a los Corintios- dispuso que todas las cosas fuesen en la paz y en la concordia, bondadoso con todo y en especial con nosotros, que recurrimos a su piedad por medio de nuestro Señor Jesucristo".

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