Ciudad
del Vaticano, 15 febrero 2016 (VIS).- Ayer tarde, alrededor de las
16.30, hora local, el Santo Padre se desplazó al helipuerto de
Ecatepec y desde allí en helicóptero hasta el Campo Militar
''Marte'' para visitar el hospital pediátrico Federico Gómez, que
ya en 1979 fue visitado por Juan Pablo II y que cada día ofrece
asistencia a unos ochocientos niños.
El
Papa encontró a los pequeños del hospital y les habló de cuando
los padres de Jesús le llevaron al templo para presentárselo a
Dios. ''Allí se encuentran con un anciano llamado Simeón que,
cuando lo ve, muy decidido y con mucha alegría y gratitud, lo toma
en brazos y comienza a bendecir a Dios. Ver al niño Jesús provocó
en él dos cosas: un sentimiento de agradecimiento y las ganas de
bendecir. Simeón es el abuelo -vice- que nos enseña esas dos
actitudes fundamentales: la de agradecer y a su vez bendecir''.
''Yo
acá, y no sólo por la edad -confesó- me siento muy cercano a estas
dos enseñanzas de Simeón. Por un lado, al cruzar esa puerta y ver
sus ojos, sus sonrisas, sus rostros generó ganas de dar gracias.
Gracias por el cariño que tienen en recibirme; gracias por ver el
cariño con que se los cuida y acompaña. Gracias por el esfuerzo de
tantos que están haciendo lo mejor para que puedan recuperarse
rápido. Es tan importante sentirse cuidados y acompañados, sentirse
queridos y saber que están buscando la mejor manera de cuidarnos,
por todas esas personas digo: ¡Gracias!... Quiero pedirle a Dios
-continuó- que los bendiga, los acompañe a ustedes y a sus
familias, a todas las personas que trabajan en esta casa y buscan que
esas sonrisas sigan creciendo cada día. A todas las personas que no
sólo con medicamentos sino que con ''la cariñoterapia'' ayudan a
que este tiempo sea vivido con mayor alegría''.
Francisco
les preguntó si conocían al indio Juan Diego y les contó que
''cuando el tío de Juanito estaba enfermo, él estaba muy preocupado
y angustiado. En ese momento, se aparece la Virgencita de Guadalupe y
le dice: ''No se turbe tu corazón ni te inquiete cosa alguna ¿No
estoy yo aquí, que soy tu Madre?''. Tenemos a nuestra Madre
-añadió-, pidámosle para que ella nos regale a su Hijo Jesús''.
El Pontífice animó a los niños a cerrar los ojos y pedir lo que
sus corazones quisieran, y rezó con los pequeños un Ave María.
Antes de transferirse a la nunciatura apostólica visitó la Unidad
de Hematología-Oncología (ludoteca y departamento de quimioterapia)
y, posteriormente, en forma privada, subió a la segunda planta para
saludar a los niños que están internados.
Hoy
por la mañana, a las 7.00 hora local ( las 14.00 en Roma) el Papa
se trasladará en avión, desde el aeropuerto Internacional ''Benito
Juárez'' de Ciudad del México a Tuxtla Gutiérrez, y desde allí en
helicóptero hasta San Cristóbal de las Casas donde celebrará la
eucaristía en el Centro Deportivo municipal y encontrará a la
comunidad indígena de Chiapas.
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