Ciudad
del Vaticano, 29 de enero 2016 (Vis).-El arzobispo Zygmunt Zimowski,
Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud ha
escrito un mensaje con motivo de la LXIII Jornada Mundial de los
Enfermos de Lepra cuyo lema este año es :''Vivir es ayudar a
vivir''.
''Esta
Jornada -escribe el prelado- constituye para todos una nueva ocasión
para proseguir la lucha contra esta terrible infección y para acabar
con el ostracismo al que a menudo se ven condenadas las personas que
llevan sus signos inconfundibles. Se trata de una marginación
vinculada con un sentimiento natural de defensa propia ante una
enfermedad que en épocas pasadas era incurable y a un miedo
''ancestral'' que, sin embargo, en nuestros días no tiene razones
para existir ya que la lepra puede curarse y los que se han curado
pueden volver a vivir''.
''Haciendo
suyo el compromiso de la Iglesia en favor del cuidado de los enfermos
de lepra y de la ayuda a los que se han curado, además de para
incrementar la sensibilidad de las personas de buena voluntad –
continúa- nuestro dicasterio, en colaboración con la Fundación
Sasakawa y con la Fundación Raoul Follereau, ha organizado dos
jornadas de estudio que tendrán el viernes 11 y el sábado 12 de
junio en el Vaticano. En esa circunstancia los participantes podrán
asistir a la Misa presidida por el Papa Francisco en la Plaza de San
Pedro el domingo 12 de junio, con motivo del Jubileo de los Enfermos
y las Personas Discapacitadas''.
''Tenemos
que comprometernos a dar un nuevo empuje a la lucha contra esa
enfermedad, ampliando las actividades de información y prevención,
pero, sobre todo, favoreciendo como gesto de verdadera com-pasión,
la reinserción social y laboral de los que se han curado y que, a
pesar de llevar impresas las huellas de esa enfermedad en el cuerpo,
mantienen intacta su dignidad de personas'', concluye mons. Zimowski.
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