Ciudad
del Vaticano, 17 de septiembre de 2015 (Vis).- El Papa Francisco ha
recibido esta mañana a los participantes en el Encuentro Mundial de
Jóvenes Consagrados, que ha tenido lugar en el el contexto del Año
de la Vida Consagrada. Durante la audiencia y después de saludar
especialmente a los procedentes de Siria e Iraq y recordar a los
mártires de esos países, respondió a tres preguntas de los
presentes, comenzando por la de una religiosa que planteaba el
problema de la inestabilidad y la mediocridad en el itinerario
vocacional.
Francisco
recordando que Santa Teresa de Avila afirmaba que la observancia
rígida quitaba la libertad, dijo: ''El Señor os llama … al modo
profético de la libertad, es decir a la libertad que está unida con
el testimonio y la fidelidad. Una madre que educa a sus hijos en la
rigidez...y no deja que sueñen...anula su futuro creativo...También
la vida consagrada puede ser estéril cuando no es profética, cuando
no está permitido soñar...La profecía, la capacidad de soñar es
lo contrario de la rigidez..Y la observancia no debe ser rígida, si
lo es , es egoísmo personal....Tener siempre el corazón abierto a
lo que nos dice el Señor y llevarlo al diálogo con el superior, con
el maestro o maestra espiritual, con el obispo, con la
Iglesia...Apertura, corazón abierto, diálogo y también diálogo
comunitario...Os hablo con sinceridad: Uno de los pecados que
encuentro más a menudo en la vida comunitaria es la incapacidad de
perdón entre los hermanos, entre las hermanas..Las habladurías en
una comunidad impiden el perdón y llevan a alejarse los unos de los
otros...Son la peste de la vida comunitaria... Son una bomba que
destruye al otro que no puede defenderse porque siempre se murmura a
escondidas, no a plena luz''.
Hablando
de la inestabilidad, el Papa afirmó que siempre, desde el inicio de
la vida consagrada hasta nuestros días ha habido momentos de
inestabilidad.''Son las tentaciones... y las habrá siempre... Santa
Teresa del Niño Jesús, decía que hay que rezar por los moribundos
porque es cuando la inestabilidad es mayor y las tentaciones más
fuertes...Culturalmente vivimos en un momento muy inestable...vivimos
la cultura de lo provisional...Y esta cultura ha entrado también en
la Iglesia, en las comunidades religiosas, en las familias, en el
matrimonio...En cambio:¡La cultura de lo definitivo!. Dios envió a
su Hijo para siempre. No de forma provisional, a una generación o a
un país. A todos y para siempre. Este es un criterio de
discernimiento espiritual... Asumir compromisos definitivos para no
disgregarse''.
Respondiendo
a otra pregunta sobre el deseo de evangelizar, el Pontífice subrayó
que el celo apostólico viene de un deseo de evangelizar que hace
arder el corazón. ''Evangelizar no es lo mismo que hacer
proselitismo -puntualizó- No somos un equipo de fútbol que busca
socios o simpatizantes...Evangelizar no es solamente convencer, es
dar testimonio de que Jesús esta vivo....Y este testimonio se da con
la carne, con la propia vida...Y aquí me gustaría, perdonad si soy
algo feminista, dar las gracias a las mujeres consagradas por su
testimonio...Tenéis siempre ganas de estar en primera línea...Porque
sois madres, tenéis esa maternidad de la Iglesia que os hace
cercanas...Sois iconos de la ternura de la Iglesia, del amor de la
Iglesia, de la maternidad de la Iglesia y de la maternidad de
María''.
''Hay
otra palabra clave en la vida consagrada, memoria.Creo que Santiago y
Juan no se olvidaron nunca de su primer encuentro con Jesús, ni
tampoco los otros apóstoles...La memoria de la propia vocación. En
los momentos más oscuros, en los momentos de tentación, en los
momentos difíciles de nuestra vida consagrada, volver a las fuentes,
hacer memoria y recordar el estupor que sentimos cuando el Señor nos
miró''.
También
contestó el Papa a quien le preguntó cómo fue su llamada al
sacerdocio. ''No lo sé. Se que entré por casualidad en una iglesia,
vi un confesionario y salí diferente, de otra manera. Allí cambió
mi vida.. ¿Que me fascinó de Jesús y del Evangelio? No lo sé.. Su
cercanía a mi...El Señor nunca me ha dejado solo, ni siquiera en
los momentos más difíciles y oscuros, ni siquiera en los momentos
del pecado..porque el Señor nos encuentra siempre definitivamente.
El Señor no pertenece a la cultura de lo provisional...Nos ama y nos
acompaña siempre''.
''Por
lo tanto, cercanía a la gente, cercanía entre nosotros, profecía
con nuestro testimonio, con el corazón que arde, con el celo
apostólico que calienta el corazón de los demás...y
memoria;retornar siempre''.
''Quiero
terminar con dos palabras – acabó Francisco- Una está...entre las
peores actitudes de un religioso: mirar su reflejo en el espejo, el
narcisismo. Guardaos de ello..Sí, al contrario a lo que despoja de
todo el narcisismo. Sí a la adoración. Creo que este es uno de los
temas centrales...Todos rezamos, damos gracias a Dios, le pedimos
favores...Pero ¿adoramos al Señor? La oración de adoración
silenciosa: ''Tu eres el Señor'' es lo contrario del narcisismo.
Adoración, quiero acabar con esta palabra. Sed hombres y mujeres de
adoración''.
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