Ciudad
del Vaticano, 20 junio 2014
(VIS).-El Papa ha recibido en audiencia a los participantes en la
XXXI Conferencia Internacional contra el Narcotráfico que ha tenido
lugar en Roma del 17 al 19 de junio. Francisco les ha dado las
gracias por su tarea que ''enfrenta un problema de nuestra época
muy grave y complejo'' , deseándoles, además que alcancen los
objetivos propuestos: coordinar las políticas contra la droga,
intercambiar información y desarrollar una estrategia operativa
encaminada al contraste del narcotráfico''.
''Quizás
las acciones del tráfico de drogas son las que más rinden en el
mercado y esto es trágico, ha afirmado el Santo Padre en su
discurso, recordando que el ''azote de la droga sigue
haciendo estragos con formas y extensión impresionantes, alimentado
por un mercado turbio que traspasa las fronteras nacionales y
continentales. Así, crece cada vez más el peligro para los jóvenes
y adolescentes. Frente a este fenómeno siento la necesidad de
expresar mi dolor y mi preocupación''.
''Quisiera
decirlo claramente -ha proseguido- la droga no se vence con la
droga La droga es un mal, y con el mal no puede haber fisuras o
compromisos. Pensar que se puede reducir el daño permitiendo el uso
de sustancias psicotrópicas a las personas que siguen usando
drogas, no resuelve el problema. La legalización, incluso parcial,
de las llamadas "drogas blandas", además de ser
discutible en términos legislativos, no produce los efectos
esperados. Las drogas sustitutivas, por otra parte, no constituyen
una terapia suficiente , sino una forma velada de entrega al
fenómeno. Quiero reiterar lo que dije en otra ocasión: No a
cualquier tipo de droga. Simplemente. No a cualquier tipo de droga.
Pero para decir este no, hay que decir sí a la vida, sí al amor,
sí a los demás, sí a la educación,
sí al deporte, sí al trabajo, sí a más oportunidades de
trabajo''.
''Pensemos
en un joven que no tiene trabajo. Creo que la cifra ronde los 75
millones, aquí en Europa. Creo, no estoy seguro; no quiero decir
algo que no es verdad. Pero pensemoe en un joven ni-ni. Ni estudia ni
trabaja. Entra en esta falta de horizonte, de esperanza y la primera
oferta son las dependencias, entre las cuales, la droga. Esta: las
oportunidades de trabajo, la educación, el deporte, la vida sana;
este es el camino que lleva a la prevención de la droga.
Si estos síes se hacen verdades no hay espacio para las drogas,
para el abuso de alcohol, para otras adicciones''.
''La
Iglesia, fiel al mandato de Jesús de ir allí donde hay un ser
humano que sufre, que tiene sed, hambre, que está en la cárcel no
ha abandonado a los que han caído en la espiral de la droga, sino
que con su amor creativo ha salido a su encuentro. Los ha tomado de
la mano, a través del trabajo de muchos trabajadores y voluntarios
para que pudieran volver a descubrir su dignidad, ayudándolos a
resucitar esos recursos, esos talentos personales que la droga había
enterrado, pero que no pudo cancelar porque cada hombre está
creado a imagen y semejanza de Dios''. Pero
esta labor de recuperación es muy limitada. Hay que trabajar en la
prevención. Hará mucho bien''.
''El
ejemplo de tantos jóvenes que, deseosos de escapar de la
dependencia de las drogas, se comprometen a reconstruir sus vidas, es
un incentivo para mirar al futuro con confianza'', ha terminado
Francisco animando a los miembros de la Conferencia a continuar su
trabajo siempre con una gran esperanza''.
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