EL PAPA CANONIZA A CUATRO BEATOS EL DIA DE SU CUMPLEAÑOS

CIUDAD DEL VATICANO, 18 MAY 2003 (VIS) - Juan Pablo II celebró hoy la Eucaristía en la Plaza de San Pedro ante más de 50.000 personas, la mitad de ellas procedentes de Polonia, y canonizó a los beatos polacos Józef Sebastian Pelczar y Urszula Ledóchowska y a las beatas italianas Maria De Mattias y Virginia Centurione Bracelli.

Al inicio de la misa, el cardenal Joseph Ratzinger, decano del Colegio Cardenalicio, felicitó en nombre de todos al Santo Padre por su 83 cumpleaños. "Querría expresarle de todo corazón -dijo-nuestra gratitud por lo que hace y asegurarle nuestra oración y pedir que la bondad de Dios le acompañe cada día y sea luz en su camino".

En la homilía, hablando de los nuevos santos, el Papa dijo que San Józef, obispo, fundador de la Congregación de las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús, "expresaba la propia fe en la llamada universal a la santidad. (...) El lema de su vida era: 'Todo por el Sagrado Corazón de Jesús, por las manos inmaculadas de la Santísima Virgen María. (...) Entendía su don a Cristo sobre todo como respuesta a su amor, encerrado y revelado en el sacramento de la Eucaristía".

De Santa Urszula, virgen, fundadora de las Religiosas Ursulinas del Sagrado Corazón de Jesús Agonizante, el Santo Padre recordó que "en sus tiempos fue una apóstola de la nueva evangelización, y con su vida y su actividad dio la prueba de una constante actualidad, creatividad y eficacia del amor evangélico. (...) Todos podemos aprender de ella a construir con Cristo un mundo más humano, -un mundo en el que se realicen cada vez más plenamente valores como la justicia, la libertad, la solidaridad, la paz".

El Papa continuó refiriéndose a Santa Maria De Mattias, virgen, fundadora de la Congregación de las Religiosas Adoradoras de la Sangre de Cristo: "Fue interiormente conquistada por el misterio de la Cruz. (...) El amor por Jesús crucificado se tradujo en ella en pasión por las almas y en una humilde entrega a los hermanos, al 'querido prójimo', como le gustaba repetir".

Santa Virginia, laica, fundadora de las Religiosas de Nuestra Señora del Refugio en el Monte Calvario y de las Religiosas Hijas de Nuestra Señora al Monte Calvario, "dejando a un lado sus nobles orígenes, se dedicó a la asistencia de los marginados con extraordinaria entrega. La eficacia de su apostolado derivaba de
una adhesión incondicional a la voluntad divina, que alimentaba con la contemplación incesante y la escucha obediente de la palabra del Señor".

Terminada la ceremonia y antes del rezar el Regina Coeli, el Santo Padre agradeció las felicitaciones y los mensajes recibidos de todo el mundo con motivo de su cumpleaños. "Pido a todos y a cada uno -dijo- que sigan rezando para que Dios me ayude a realizar fielmente la misión que me ha confiado". Dirigiéndose al final a sus compatriotas, dio las gracias al presidente de la República, Aleksander Kwasniewski y a las autoridades civiles y religiosas por su participación en esta canonización.

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