AUDIENCIA A LOS PEREGRINOS VENIDOS A LAS CANONIZACIONES

CIUDAD DEL VATICANO, 19 MAY 2003 (VIS) - El Papa recibió esta mañana a los peregrinos que participaron ayer en la canonización de los beatos polacos Józef Sebastian Pelczar y Urszula Ledóchowska y de las beatas italianas Maria De Mattias y Virginia Centurione Bracelli.

Dirigiéndose en el Aula Pablo VI a las hijas espirituales y a los devotos de Santa Maria De Mattias, fundadora de la Congregación de las Religiosas Adoradoras de la Sangre de Cristo, el Papa dijo que "durante toda su vida difundió el mandamiento cristiano del amor, recomponiendo las separaciones y sanando las situaciones difíciles y las contradicciones de la sociedad de su tiempo. Es fácil constatar la actualidad de este mensaje".

A las Religiosas de Nuestra Señora del Refugio en el Monte Calvario e Hijas de Nuestra Señora al Monte Calvario, el Santo Padre les pidió que siguieran el ejemplo de su fundadora, Virginia Centurione Bracelli, para "vivir también hoy el precepto evangélico del amor como plena adhesión a la voluntad divina y como servicio concreto al prójimo, especialmente al más necesitado".

Posteriormente, el Papa se trasladó a la Plaza de San Pedro, donde le esperaban miles de peregrinos polacos, que antes habían participado en la Santa Misa. En su discurso en polaco, Juan Pablo II habló a grandes rasgos de los encuentros con sus compatriotas desde el inicio de su pontificado y destacó que el santo obispo Józef Sebastian Pelczar, fundador de la Congregación de las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y Santa Urszula Ledóchowska, fundadora de las Religiosas Ursulinas del Sagrado Corazón de Jesús Agonizante, fueron "testigos de la misericordia divina".

Hablando del proceso de integración europea, el Santo Padre recordó lo que dijo en 1997 en Gniezno: "No habrá Europa hasta que no se funde en la unidad del espíritu. (...) La historia de Europa es un gran río en el que desembocan numerosos afluentes, y la variedad de las tradiciones y de las culturas que la forman es su gran riqueza". Tras recordar que Polonia y otros países del ex bloque del Este están entrando en la Unión Europea, dijo: "Sé que hay muchos opositores a la integración. Aprecio su solicitud por el mantenimiento de la identidad cultural y religiosa de nuestra nación. (...) Sin embargo, tengo que subrayar que Polonia ha constituido siempre una parte importante de Europa. (...) Europa necesita de Polonia. (...) Polonia tiene necesidad de Europa".

Después de leer el discurso, el Papa añadió: "Ayer cumplí 83 años, he entrado en mi 84 año de vida. Sé que se está acercando el día en que me tendré que presentar ante Dios para dar cuentas de mi vida, desde los años de Wadowice, pasando por Cracovia hasta Roma. Me pongo en manos de la Divina Misericordia y de la Madre de Dios".

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