CIUDAD DEL VATICANO, 30 DIC 2007 (VIS).-Al mediodía de hoy, fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret, el Papa se asomó a la ventana de su estudio privado que da a la Plaza de San Pedro para el rezo del Angelus.
A los miles de personas que le escuchaban, el Santo Padre afirmó que en esta fiesta "adoramos el misterio de un Dios que ha querido nacer de una mujer, la Virgen Santa, y que vino a este mundo como todos los seres humanos. De este modo ha santificado la realidad de la familia, colmándola de la gracia divina y revelando plenamente su vocación y su misión".
Tras recordar lo que tantas veces repitió Juan Pablo II, que "el bien de la persona y de la sociedad está estrechamente relacionado con la "buena salud" de la familia", Benedicto XVI señaló que "por eso, la Iglesia está comprometida en la defensa y promoción de "la dignidad natural y el altísimo valor sagrado" -son palabras del Concilio Vaticano II- del matrimonio y la familia".
Dirigiéndose a continuación a los participantes en el Encuentro de las Familias que se celebra este domingo en Madrid, el Santo Padre invitó a las familias cristianas "a experimentar la presencia amorosa del Señor en sus vidas". Asimismo, les animó "a que, inspirándose en el amor de Cristo por los hombres, den testimonio ante el mundo de la belleza del amor humano, del matrimonio y la familia".
La familia, "fundada en la unión indisoluble entre un hombre y una mujer, constituye el ámbito privilegiado en el que la vida humana es acogida y protegida, desde su inicio hasta su fin natural. Por eso, los padres tienen el derecho y la obligación fundamental de educar a sus hijos en la fe y en los valores que dignifican la existencia humana".
Benedicto XVI subrayó que "vale la pena trabajar por la familia y el matrimonio porque vale la pena trabajar por el ser humano, el ser más precioso creado por Dios". En este contexto, pidió a los niños que "quieran y recen por sus padres y hermanos"; a los jóvenes, "que estimulados por el amor de sus padres, sigan con generosidad su propia vocación matrimonial, sacerdotal o religiosa"; a los ancianos y enfermos, "que encuentren la ayuda y comprensión necesarias". Finalmente, a los esposos pidió: "Contad siempre con la gracia de Dios, para que vuestro amor sea cada vez más fecundo y fiel".
ANG/FAMILIA/... VIS 20080102 (400)
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