CIUDAD DEL VATICANO, 1 JUN 2007 (VIS).-Ayer a las 20,00, en los jardines vaticanos, cientos de personas participaron en la tradicional procesión del último día del mes de mayo desde la Iglesia de San Esteban de los Abisinios (cercana al ábside de la basílica vaticana) a la Gruta de la Virgen de Lourdes. Presidió el rezo del Rosario el arzobispo Angelo Comastri, vicario general de Su Santidad para el Estado de la Ciudad del Vaticano.
Benedicto XVI llegó a la gruta a las 21,00 y antes de impartir la bendición apostólica pronunció un breve discurso.
Refiriéndose a la fiesta de hoy, la Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel, el Papa señaló que "la visitación se comprende a la luz del Anuncio del Angel y la concepción de Jesús por obra del Espíritu Santo. El Espíritu descendió sobre la Virgen (...) y la impulsó a "levantarse" y a partir sin dudar para ayudar a la anciana pariente".
"Por el camino que conduce de Galilea a Judea es el mismo Jesús el que "empuja" a María, infundiéndole el impulso generoso para ir al encuentro del prójimo que está necesitado, la valentía de dejar a un lado sus propias exigencias legítimas, las dificultades, las preocupaciones, los peligros para su misma vida".
El Santo Padre pidió que "María nos consiga el don de saber amar como Ella ha sabido amar. Le confiamos esta porción singular de Iglesia, que vive y trabaja en el Vaticano; le confiamos la Curia Romana y las instituciones relacionadas con ella, para que el Espíritu anime todas las tareas y servicios".
"Desde esta colina -concluyó- dirigimos nuestra mirada a Roma y al mundo entero y rezamos por todos los cristianos, para que puedan decir con san Pablo: "el amor de Cristo nos impulsa", y con la ayuda de María sepamos difundir el dinamismo de la caridad en el mundo".
AC/ROSARIO:MES MAYO/JARDINES VATICANOS VIS 20070601 (320)
Benedicto XVI llegó a la gruta a las 21,00 y antes de impartir la bendición apostólica pronunció un breve discurso.
Refiriéndose a la fiesta de hoy, la Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel, el Papa señaló que "la visitación se comprende a la luz del Anuncio del Angel y la concepción de Jesús por obra del Espíritu Santo. El Espíritu descendió sobre la Virgen (...) y la impulsó a "levantarse" y a partir sin dudar para ayudar a la anciana pariente".
"Por el camino que conduce de Galilea a Judea es el mismo Jesús el que "empuja" a María, infundiéndole el impulso generoso para ir al encuentro del prójimo que está necesitado, la valentía de dejar a un lado sus propias exigencias legítimas, las dificultades, las preocupaciones, los peligros para su misma vida".
El Santo Padre pidió que "María nos consiga el don de saber amar como Ella ha sabido amar. Le confiamos esta porción singular de Iglesia, que vive y trabaja en el Vaticano; le confiamos la Curia Romana y las instituciones relacionadas con ella, para que el Espíritu anime todas las tareas y servicios".
"Desde esta colina -concluyó- dirigimos nuestra mirada a Roma y al mundo entero y rezamos por todos los cristianos, para que puedan decir con san Pablo: "el amor de Cristo nos impulsa", y con la ayuda de María sepamos difundir el dinamismo de la caridad en el mundo".
AC/ROSARIO:MES MAYO/JARDINES VATICANOS VIS 20070601 (320)
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