CIUDAD DEL VATICANO, 21 MAY 2007 (VIS).-Hoy se hizo público un mensaje del Santo Padre -fechado el 3 de abril- al presidente de la República de Ruanda, Paul Kagame, con motivo de la jornada anual de luto nacional en recuerdo del comienzo del genocidio de 1994, que se conmemoró el pasado 7 de abril, Sábado Santo.
"Deseo unirme -escribe el Papa en el mensaje- al duelo nacional y en particular a la oración por todas las víctimas de esta horrible carnicería, sin distinción de credo o de pertenencia étnica y política".
El Santo Padre manifiesta también su deseo de que "todos los ruandeses, guiados por las autoridades civiles y religiosas, se comprometan con mayor generosidad y eficacia en favor de la reconciliación nacional y en la construcción de un país nuevo, en la verdad y en la justicia, en la unidad fraterna y en la paz".
"Las motivos religiosos, que son el fundamento del compromiso de los católicos en la vida cotidiana, familiar y social, y los principios morales que se derivan de ellos, constituyen un punto de encuentro entre los cristianos y todos los seres humanos de buena voluntad".
Benedicto XVI concluye afirmando que "la fe cristiana, que comparte la mayor parte del pueblo ruandés, constituye, si se vive con coherencia y plenitud, una ayuda eficaz para superar un pasado de errores y de muerte, cuyo punto culminante fue el genocidio de 1994; al mismo tiempo, esta fe estimula la confianza en la posibilidad ofrecida a todos los ruandeses, reconciliados entre sí, de construir juntos un porvenir mejor, volviendo a descubrir la novedad del amor, que es la única fuerza que puede conducir a la perfección personal y social y orientar la historia hacia el bien".
MESS/GENOCIDIO RUANDA/KAGAME VIS 20070521 (300)
"Deseo unirme -escribe el Papa en el mensaje- al duelo nacional y en particular a la oración por todas las víctimas de esta horrible carnicería, sin distinción de credo o de pertenencia étnica y política".
El Santo Padre manifiesta también su deseo de que "todos los ruandeses, guiados por las autoridades civiles y religiosas, se comprometan con mayor generosidad y eficacia en favor de la reconciliación nacional y en la construcción de un país nuevo, en la verdad y en la justicia, en la unidad fraterna y en la paz".
"Las motivos religiosos, que son el fundamento del compromiso de los católicos en la vida cotidiana, familiar y social, y los principios morales que se derivan de ellos, constituyen un punto de encuentro entre los cristianos y todos los seres humanos de buena voluntad".
Benedicto XVI concluye afirmando que "la fe cristiana, que comparte la mayor parte del pueblo ruandés, constituye, si se vive con coherencia y plenitud, una ayuda eficaz para superar un pasado de errores y de muerte, cuyo punto culminante fue el genocidio de 1994; al mismo tiempo, esta fe estimula la confianza en la posibilidad ofrecida a todos los ruandeses, reconciliados entre sí, de construir juntos un porvenir mejor, volviendo a descubrir la novedad del amor, que es la única fuerza que puede conducir a la perfección personal y social y orientar la historia hacia el bien".
MESS/GENOCIDIO RUANDA/KAGAME VIS 20070521 (300)
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