CIUDAD DEL VATICANO, 17 MAR 2007 (VIS).-El Papa recibió este mediodía en la basílica vaticana a los participantes en una peregrinación promovida por la OFTAL (Obra Federativa de Transporte de Enfermos a Lourdes) y el MAC (Movimiento Apostólico de Ciegos).
Tanto la OFTAL -nacida oficialmente en 1932- como el MAC, cuyos orígenes se remontan a 1928, "son -dijo el Santo Padre- experiencias de solidaridad fraterna, basada en el Evangelio y que ayuda a las personas con dificultades, en este caso enfermas e invidentes, a participar plenamente en la vida de la comunidad eclesial y a construir la civilización del amor".
Benedicto XVI recordó que don Alessandro Rastelli, fundador de la OFTAL, viajó a Lourdes tras sufrir un accidente. "La experiencia de la enfermedad le hizo particularmente sensible al mensaje de la Virgen Inmaculada, que lo llamó para que volviera a la gruta de Massabielle, primero en compañía de un solo enfermo -y esto es muy significativo- y después encabezando la primera peregrinación diocesana con más de 300 personas, 30 de ellas enfermos".
María Motta, ciega de nacimiento, fundadora del MAC, fue "un apóstol de los invidentes" y "de aquella "red" espiritual que había formado se desarrolló una verdadera y propia asociación, formada por grupos diocesanos presentes en toda Italia, y aprobada por el beato Juan XXIII con el nombre de Movimiento Apostólico de Ciegos".
El Papa aseguró que los miembros de la OFTAL ofrecían "la experiencia de la peregrinación con los enfermos, signo fuerte de fe y de solidaridad entre personas que salen de sí mismas y de la cerrazón en los propios problemas para partir hacia una meta común, un lugar del espíritu: Lourdes, Tierra Santa, Loreto, Fátima y otros santuarios".
A los miembros del MAC, les dijo: "Sois portadores de una experiencia típica vuestra: la de caminar juntos, uno al lado de otro, ciegos y videntes. Es un testimonio de cómo el amor cristiano permite superar la discapacidad y vivir positivamente la diversidad, como una ocasión para abrirse a los demás, para atender a sus problemas, pero sobre todo a sus dones, y de servicio recíproco".
"La Iglesia -terminó el Papa- también tiene necesidad de vuestra contribución para responder con fidelidad y plenamente a la voluntad del Señor. Lo mismo se puede decir de la sociedad civil: la humanidad necesita vuestros dones, que son profecía del Reino de Dios. Que no os asusten los límites y la pobreza de recursos: Dios ama realizar sus obras con medios pobres".
AC/.../MOVIMIENTO CIEGOS VIS 20070320 (420)
Tanto la OFTAL -nacida oficialmente en 1932- como el MAC, cuyos orígenes se remontan a 1928, "son -dijo el Santo Padre- experiencias de solidaridad fraterna, basada en el Evangelio y que ayuda a las personas con dificultades, en este caso enfermas e invidentes, a participar plenamente en la vida de la comunidad eclesial y a construir la civilización del amor".
Benedicto XVI recordó que don Alessandro Rastelli, fundador de la OFTAL, viajó a Lourdes tras sufrir un accidente. "La experiencia de la enfermedad le hizo particularmente sensible al mensaje de la Virgen Inmaculada, que lo llamó para que volviera a la gruta de Massabielle, primero en compañía de un solo enfermo -y esto es muy significativo- y después encabezando la primera peregrinación diocesana con más de 300 personas, 30 de ellas enfermos".
María Motta, ciega de nacimiento, fundadora del MAC, fue "un apóstol de los invidentes" y "de aquella "red" espiritual que había formado se desarrolló una verdadera y propia asociación, formada por grupos diocesanos presentes en toda Italia, y aprobada por el beato Juan XXIII con el nombre de Movimiento Apostólico de Ciegos".
El Papa aseguró que los miembros de la OFTAL ofrecían "la experiencia de la peregrinación con los enfermos, signo fuerte de fe y de solidaridad entre personas que salen de sí mismas y de la cerrazón en los propios problemas para partir hacia una meta común, un lugar del espíritu: Lourdes, Tierra Santa, Loreto, Fátima y otros santuarios".
A los miembros del MAC, les dijo: "Sois portadores de una experiencia típica vuestra: la de caminar juntos, uno al lado de otro, ciegos y videntes. Es un testimonio de cómo el amor cristiano permite superar la discapacidad y vivir positivamente la diversidad, como una ocasión para abrirse a los demás, para atender a sus problemas, pero sobre todo a sus dones, y de servicio recíproco".
"La Iglesia -terminó el Papa- también tiene necesidad de vuestra contribución para responder con fidelidad y plenamente a la voluntad del Señor. Lo mismo se puede decir de la sociedad civil: la humanidad necesita vuestros dones, que son profecía del Reino de Dios. Que no os asusten los límites y la pobreza de recursos: Dios ama realizar sus obras con medios pobres".
AC/.../MOVIMIENTO CIEGOS VIS 20070320 (420)
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