CIUDAD DEL VATICANO, 13 OCT 2006 (VIS).-Benedicto XVI recibió hoy a los prelados de la Conferencia Episcopal de Zambia que acaban de concluir su quinquenal visita "ad Limina". En su discurso, el Papa dijo a los obispos que los encuentros de estos días le han proporcionado "una perspectiva profunda de la Iglesia católica en su país: sus alegrías, sus dificultades y sus esperanzas".
"Os animo -prosiguió el Santo Padre- a impulsar a vuestro pueblo a la práctica de la oración y a la santidad, descubriendo el tesoro de una vida asentada en la fe en Cristo. (...) La luz de la santidad, que brilla en cuantos lo han descubierto, se enciende en el momento del bautismo, (...) que libera al creyente del dominio de pecado, (...) de una existencia llena de miedo y superstición y lo llama a una nueva vida".
Benedicto XVI pidió a los obispos que instruyesen a sus fieles "acerca del valor y la práctica de la oración, sobre todo litúrgica, donde de modo sublime la Iglesia se une con Cristo, Sumo sacerdote, en su intercesión eterna para la salvación del mundo", y les recordó que la Iglesia alienta también "las formas populares de piedad". "Enseñad siempre, por lo tanto, el valor de la intercesión de los santos, que son grandes amigos de Jesús, y en particular la intercesión especial de María, su Madre, siempre atenta a nuestras necesidades".
El Papa habló después de la tarea de los prelados de "guiar a los fieles en el camino que lleva a la santidad, (...) con sabios consejos, firme decisión y afecto paternal", y subrayó la importancia de este deber en las relaciones con los sacerdotes, que "a veces pueden sentirse arrastrados por las muchas tentaciones de la sociedad contemporánea". "Como pastores y padres -recalcó- debéis comunicarles la alegría de servir al Señor con un desapego apropiado de las cosas de este mundo".
"Creemos que la Iglesia es santa -afirmó el Santo Padre-. Cuando alentáis a vuestros sacerdotes a vivir vidas santas conforme a su llamada, cuando predicáis el amor generoso y la fidelidad en el matrimonio y exhortáis a practicar las obras de misericordia, recordadles las palabras del Señor: "Vosotros sois la luz del mundo". (...) Mostrad la compasión de Cristo sobre todo con los pobres, los refugiados, los enfermos y los que sufren".
"Al mismo tiempo -concluyó-, seguid proclamando en vuestras enseñazas, la necesidad de la honradez, el afecto familiar , la disciplina y la fidelidad, que tienen un impacto decisivo sobre la salud y la estabilidad social".
AL/.../ZAMBIA VIS 20061013 (430)
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