CIUDAD DEL VATICANO, 1 OCT 2006 (VIS).-Después de rezar el Ángelus este mediodía en Castelgandolfo, el Papa dijo que ayer tuvo la alegría de encontrarse con Su Beatitud Emmanuel III Delly, patriarca de Babilonia de los Caldeos, "que me ha puesto al día sobre la trágica realidad que debe afrontar cotidianamente el querido pueblo de Irak, donde cristianos y musulmanes viven juntos desde hace catorce siglos como hijos de la misma tierra".
"Espero -continuó el Santo Padre- que estos vínculos de fraternidad no disminuyan, e invito a todos, con los sentimientos de mi proximidad espiritual, a que se unan a mí en pedir a Dios Omnipotente el don de la paz y de la concordia para ese país atormentado".
Benedicto XVI recordó que mañana se celebra la Jornada Mundial de los Asentamientos Humanos, promovida por las Naciones Unidas y dedicada este año al tema "Ciudades, imanes de esperanza".
"La gestión del rápido proceso de urbanización, consecuencia también de la cada vez más relevante emigración hacia las ciudades, representa uno de los problemas más graves que la humanidad del siglo XXI debe afrontar". En este sentido, el Papa alentó a quienes, "tanto a nivel local como internacional, trabajan para que a las personas que viven en las periferias degradadas se les aseguren condiciones de vida dignas, la satisfacción de las necesidades fundamentales y la posibilidad de realizar sus propias aspiraciones, en particular en el ámbito familiar y en una convivencia social pacífica".
ANG/IRAK:HABITAT/... VIS 20061002 (250)
"Espero -continuó el Santo Padre- que estos vínculos de fraternidad no disminuyan, e invito a todos, con los sentimientos de mi proximidad espiritual, a que se unan a mí en pedir a Dios Omnipotente el don de la paz y de la concordia para ese país atormentado".
Benedicto XVI recordó que mañana se celebra la Jornada Mundial de los Asentamientos Humanos, promovida por las Naciones Unidas y dedicada este año al tema "Ciudades, imanes de esperanza".
"La gestión del rápido proceso de urbanización, consecuencia también de la cada vez más relevante emigración hacia las ciudades, representa uno de los problemas más graves que la humanidad del siglo XXI debe afrontar". En este sentido, el Papa alentó a quienes, "tanto a nivel local como internacional, trabajan para que a las personas que viven en las periferias degradadas se les aseguren condiciones de vida dignas, la satisfacción de las necesidades fundamentales y la posibilidad de realizar sus propias aspiraciones, en particular en el ámbito familiar y en una convivencia social pacífica".
ANG/IRAK:HABITAT/... VIS 20061002 (250)
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