CIUDAD DEL VATICANO, 14 OCT 2006 (VIS).-Este mediodía, Benedicto XVI se encontró en la Plaza de San Pedro con 30.000 personas de Italia y de otros países, que celebran el 50 aniversario de la fundación, por parte de San Pío de Pietrelcina, de la "Casa Sollievo della Sofferenza" (Casa del alivio del sufrimiento).
Además de los padres capuchinos del Santuario de Santa María de las Gracias y de la nueva Iglesia dedicada al santo, que se halla en San Giovanni Rotondo, al sur de Italia, había dirigentes, médicos y enfermeros del hospital, así como miembros de los Grupos de Oración.
Dirigiéndose en particular a los frailes capuchinos, el Papa les pidió que, sostenidos por el ejemplo y la intercesión de Padre Pío, se esforzaran por "ser sus imitadores para ayudar a todos a vivir una profunda experiencia espiritual, centrada en la contemplación de Cristo crucificado, revelador y mediador del amor misericordioso del Padre celestial".
"Del corazón de Padre Pío, ardiente de caridad, nació la "Casa Sollievo della Sofferenza", que el santo quiso llamar "casa" para que el enfermo "se sintiese a gusto y encontrase "alivio" a su sufrimiento gracias a dos fuerzas convergentes: la oración y la ciencia. (...) La fe en Dios y la investigación científica cooperan al mismo fin, que se puede expresar del mejor modo con las palabras de Jesús: "para que tengan vida y la tengan en abundancia". Sí, Dios es vida, y quiere que el ser humano sea curado de todo mal del cuerpo y del espíritu".
El Santo Padre recordó que los Grupos de Oración nacieron en respuesta al llamamiento del Papa Pío XII en 1942, durante la segunda guerra mundial, a rezar por la paz. "Padre Pío estimuló a sus hijos espirituales a responder prontamente a la llamada del Vicario de Cristo".
"Los Grupos de Oración -continuó- se han difundido en las parroquias, en los conventos, en los hospitales, y hoy hay más de 30.000 difundidos por todos los continentes. (...) Vuestra oración, como reza el Estatuto, es "con la Iglesia, por la Iglesia y en la Iglesia", para vivir siempre en plena adhesión al Magisterio, en obediencia pronta al Papa y a los obispos, bajo la guía del presbítero nombrado por el obispo. El Estatuto también prescribe un compromiso esencial de los Grupos de Oración, la "caridad activa para aliviar a los que sufren y a los necesitados, como realización de la caridad con Dios. Se trata del binomio oración y caridad, Dios y prójimo".
Benedicto XVI terminó dando gracias a los fieles por "apoyarme con vuestra oración. ¡Que el Señor os recompense! A la comunidad de trabajo de la "Casa Sollievo della Sofferenza" pido la gracia especial de ser siempre fieles al espíritu y al proyecto de Padre Pío".
AC/SAN PADRE PIO/... VIS 20061016 (470)
Además de los padres capuchinos del Santuario de Santa María de las Gracias y de la nueva Iglesia dedicada al santo, que se halla en San Giovanni Rotondo, al sur de Italia, había dirigentes, médicos y enfermeros del hospital, así como miembros de los Grupos de Oración.
Dirigiéndose en particular a los frailes capuchinos, el Papa les pidió que, sostenidos por el ejemplo y la intercesión de Padre Pío, se esforzaran por "ser sus imitadores para ayudar a todos a vivir una profunda experiencia espiritual, centrada en la contemplación de Cristo crucificado, revelador y mediador del amor misericordioso del Padre celestial".
"Del corazón de Padre Pío, ardiente de caridad, nació la "Casa Sollievo della Sofferenza", que el santo quiso llamar "casa" para que el enfermo "se sintiese a gusto y encontrase "alivio" a su sufrimiento gracias a dos fuerzas convergentes: la oración y la ciencia. (...) La fe en Dios y la investigación científica cooperan al mismo fin, que se puede expresar del mejor modo con las palabras de Jesús: "para que tengan vida y la tengan en abundancia". Sí, Dios es vida, y quiere que el ser humano sea curado de todo mal del cuerpo y del espíritu".
El Santo Padre recordó que los Grupos de Oración nacieron en respuesta al llamamiento del Papa Pío XII en 1942, durante la segunda guerra mundial, a rezar por la paz. "Padre Pío estimuló a sus hijos espirituales a responder prontamente a la llamada del Vicario de Cristo".
"Los Grupos de Oración -continuó- se han difundido en las parroquias, en los conventos, en los hospitales, y hoy hay más de 30.000 difundidos por todos los continentes. (...) Vuestra oración, como reza el Estatuto, es "con la Iglesia, por la Iglesia y en la Iglesia", para vivir siempre en plena adhesión al Magisterio, en obediencia pronta al Papa y a los obispos, bajo la guía del presbítero nombrado por el obispo. El Estatuto también prescribe un compromiso esencial de los Grupos de Oración, la "caridad activa para aliviar a los que sufren y a los necesitados, como realización de la caridad con Dios. Se trata del binomio oración y caridad, Dios y prójimo".
Benedicto XVI terminó dando gracias a los fieles por "apoyarme con vuestra oración. ¡Que el Señor os recompense! A la comunidad de trabajo de la "Casa Sollievo della Sofferenza" pido la gracia especial de ser siempre fieles al espíritu y al proyecto de Padre Pío".
AC/SAN PADRE PIO/... VIS 20061016 (470)
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