CIUDAD DEL VATICANO, 17 OCT 2006 (VIS).-Ayer a las 17,00, en el altar de la Cátedra de la basílica de San Pedro, Benedicto XVI celebró la misa de exequias por el cardenal Dino Monduzzi, prefecto emérito de la Casa Pontificia, que falleció el pasado viernes a los 84 años.
"Nos gusta pensar que el querido cardenal Monduzzi -dijo el Papa en su homilía- se encuentra en los brazos amorosos del Padre celestial, que lo ha llamado a sí tras una larga y dolorosa enfermedad. Volvemos a recorrer con la memoria las etapas de su no breve existencia, animada por una fe evangélica sencilla y profunda, que aprendió ya desde la primera infancia en su familia".
El Santo Padre recordó que el difunto cardenal, nacido en 1922 en Brisighella, adhirió muy pronto a Acción Católica, "respondió con generosidad inmediata a la llamada de Dios" y fue ordenado sacerdote en 1945. Poco después, se trasladó a Roma para formar parte del grupo de sacerdotes y laicos comprometidos en "actividades pastorales de despertar religioso y moral, denominadas "Misiones sociales".
Fue "una moderna forma de evangelización" que llevó al purpurado a algunas regiones de Italia, donde asumió la función "casi pionera de capellán de braceros y campesinos", en una institución para la reforma agraria que "abrió tantas esperanzas en una zona caracterizada por la fuerte depresión humana". En 1959, después de diez años de "intenso trabajo apostólico", el cardenal entró al servicio de la Santa Sede como secretario de oficio del Maestro de Cámara y en 1967 fue nombrado secretario y regente del Palacio Apostólico.
"Fue el suyo un largo y apreciado servicio a cuatro pontífices", observó Benedicto XVI, que culminó en 1986 con el nombramiento de prefecto de la Casa Pontificia y en 1998 con su inclusión entre los miembros del Colegio Cardenalicio por parte de Juan Pablo II.
"El cardenal Monduzzi, tras un largo itinerario humano y sacerdotal -dijo el Santo Padre-, llega ahora a la patria celeste, prometida a todos los que entregan su vida al servicio de Dios y de los hermanos. Trabajó para el Reino de los Cielos, viendo en los encuentros con las personas ocasiones inapreciables para suscitar la nostalgia de las cosas celestiales y el amor por la Iglesia. (...) Como prefecto de la Casa Pontificia tuvo la ocasión de conocer a los líderes mundiales más poderosos y los acogió con la cortesía, el calor y la simpatía que nacían de su fe convencida y de sus orígenes".
El Papa concluyó la homilía recordando el lema episcopal del purpurado "Patientiam praeficere caritati", en el que "se inspiró siempre", ya que "en toda circunstancia supo encontrar en la virtud de la paciencia el camino por excelencia para conformar su vida a Cristo, soportando dificultades y sufrimientos e intentando ejercer la caridad con todos".
HML/.../MONDUZZI VIS 20061017 (460)
"Nos gusta pensar que el querido cardenal Monduzzi -dijo el Papa en su homilía- se encuentra en los brazos amorosos del Padre celestial, que lo ha llamado a sí tras una larga y dolorosa enfermedad. Volvemos a recorrer con la memoria las etapas de su no breve existencia, animada por una fe evangélica sencilla y profunda, que aprendió ya desde la primera infancia en su familia".
El Santo Padre recordó que el difunto cardenal, nacido en 1922 en Brisighella, adhirió muy pronto a Acción Católica, "respondió con generosidad inmediata a la llamada de Dios" y fue ordenado sacerdote en 1945. Poco después, se trasladó a Roma para formar parte del grupo de sacerdotes y laicos comprometidos en "actividades pastorales de despertar religioso y moral, denominadas "Misiones sociales".
Fue "una moderna forma de evangelización" que llevó al purpurado a algunas regiones de Italia, donde asumió la función "casi pionera de capellán de braceros y campesinos", en una institución para la reforma agraria que "abrió tantas esperanzas en una zona caracterizada por la fuerte depresión humana". En 1959, después de diez años de "intenso trabajo apostólico", el cardenal entró al servicio de la Santa Sede como secretario de oficio del Maestro de Cámara y en 1967 fue nombrado secretario y regente del Palacio Apostólico.
"Fue el suyo un largo y apreciado servicio a cuatro pontífices", observó Benedicto XVI, que culminó en 1986 con el nombramiento de prefecto de la Casa Pontificia y en 1998 con su inclusión entre los miembros del Colegio Cardenalicio por parte de Juan Pablo II.
"El cardenal Monduzzi, tras un largo itinerario humano y sacerdotal -dijo el Santo Padre-, llega ahora a la patria celeste, prometida a todos los que entregan su vida al servicio de Dios y de los hermanos. Trabajó para el Reino de los Cielos, viendo en los encuentros con las personas ocasiones inapreciables para suscitar la nostalgia de las cosas celestiales y el amor por la Iglesia. (...) Como prefecto de la Casa Pontificia tuvo la ocasión de conocer a los líderes mundiales más poderosos y los acogió con la cortesía, el calor y la simpatía que nacían de su fe convencida y de sus orígenes".
El Papa concluyó la homilía recordando el lema episcopal del purpurado "Patientiam praeficere caritati", en el que "se inspiró siempre", ya que "en toda circunstancia supo encontrar en la virtud de la paciencia el camino por excelencia para conformar su vida a Cristo, soportando dificultades y sufrimientos e intentando ejercer la caridad con todos".
HML/.../MONDUZZI VIS 20061017 (460)
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario