CIUDAD DEL VATICANO, 7 SEP 2006 (VIS).-El arzobispo Silvano Tomasi, observador permanente ante la Oficina de las Naciones Unidas e Instituciones Especializadas en Ginebra, intervino el pasado 1 de septiembre ante la XV sesión del Grupo de expertos gubernativos de los Estados Parte de la "Convención sobre la prohibición o restricción del uso de ciertas armas convencionales, que pueden ser consideradas excesivamente dañosas o tener efectos indiscriminados" (CCW). La sesión se celebró del 28 de agosto al 6 de septiembre.
El arzobispo Tomasi dijo que "hasta ahora no tenemos pruebas convincentes por parte de quienes consideran estas armas legítimas (las submuniciones de bombas-racimo). En cualquier caso, toda arma es declarada legítima antes de ser prohibida o regulada. ¿No es éste el caso de las armas químicas, biológicas, incendiarias o láser? El hecho de declarar un arma particular legítima no la hace más aceptable ni menos inhumana".
Tras hacer hincapié en que la Santa Sede considera "urgente una profunda reflexión sobre la naturaleza y el uso de las submuniciones", el arzobispo Tomasi afirmó que las víctimas de los conflictos "no pueden esperar años de negociaciones y discusiones. Por eso, hay que suspender el uso de estas armas. Al mismo tiempo, los Estados Parte de la CCW deben ponerse manos a la obra".
El observador permanente terminó señalando que "la Conferencia de examen que se está preparando debería ser capaz de adoptar un mandato específico para comenzar la discusión y la negociación de un instrumento eficaz para erradicar los riesgos relacionados con las submuniciones".
DELSS/SUBMUNICIONES/GINEBRA:TOMASI VIS 20060907 (260)
El arzobispo Tomasi dijo que "hasta ahora no tenemos pruebas convincentes por parte de quienes consideran estas armas legítimas (las submuniciones de bombas-racimo). En cualquier caso, toda arma es declarada legítima antes de ser prohibida o regulada. ¿No es éste el caso de las armas químicas, biológicas, incendiarias o láser? El hecho de declarar un arma particular legítima no la hace más aceptable ni menos inhumana".
Tras hacer hincapié en que la Santa Sede considera "urgente una profunda reflexión sobre la naturaleza y el uso de las submuniciones", el arzobispo Tomasi afirmó que las víctimas de los conflictos "no pueden esperar años de negociaciones y discusiones. Por eso, hay que suspender el uso de estas armas. Al mismo tiempo, los Estados Parte de la CCW deben ponerse manos a la obra".
El observador permanente terminó señalando que "la Conferencia de examen que se está preparando debería ser capaz de adoptar un mandato específico para comenzar la discusión y la negociación de un instrumento eficaz para erradicar los riesgos relacionados con las submuniciones".
DELSS/SUBMUNICIONES/GINEBRA:TOMASI VIS 20060907 (260)
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