MENSAJE DEL PAPA PARA LA JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO

CIUDAD DEL VATICANO, 16 DIC 2005 (VIS).-Se ha publicado hoy el mensaje del Papa para la XIV Jornada Mundial del Enfermo, que se celebra todos los años el 11 de febrero, memoria litúrgica de la Virgen de Lourdes. En 2006 la Jornada se celebrará en Adelaida (Australia) y culminará con una ceremonia eucarística en la catedral de San Francisco Javier.

En el texto, fechado el 8 de diciembre, el Papa subraya que con esta jornada "la Iglesia se acerca con solicitud particular a los que sufren, para sensibilizar a la opinión pública sobre los problemas ligados al malestar mental que afecta a la quinta parte de la humanidad y constituye una verdadera y propia emergencia socio-sanitaria".

El Santo Padre recuerda que todavía muchos países carecen de legislación en materia o de una política para la salud mental. Por otra parte, "los conflictos armados, (...) las catástrofes naturales y el terrorismo, además de causar un número impresionante de muertes, han generado en tantos supervivientes traumas psíquicos".

Por cuanto se refiere a los países desarrollados, el Papa observa que según diversos expertos, en las nuevas formas de enfermedad mental incide negativamente "la crisis de valores morales". "Aumenta el sentimiento de soledad -prosigue- que socava y deshilacha las formas tradicionales de cohesión social (...) y se margina a los enfermos, sobre todo a los enfermos mentales, que a menudo se consideran como un peso para la familia y para la comunidad".

Tras agradecer a cuantos "inspirándose en los ideales y principios humanos y evangélicos" atienden a los enfermos mentales, el Santo Padre afirma que "desgraciadamente en muchas partes del mundo los servicios para ellos son carentes e insuficientes" y que "el contexto social no siempre acepta sus limitaciones y por eso es difícil conseguir los recursos humanos y financieros oportunos".

"Es necesaria una mejor integración del binomio terapia apropiada y sensibilidad nueva frente a la enfermedad, para que los operadores del sector puedan salir al encuentro eficazmente de los enfermos y de las familias que no pueden, por sí solas, ocuparse adecuadamente de ellos".

Benedicto XVI concluye dirigiéndose a los enfermos sometidos a una prueba tan dura y les invita a unirse a Cristo para ofrecer sus sufrimientos "al Padre, seguros de que toda prueba aceptada con resignación es meritoria y extiende la benevolencia divina a la entera humanidad".

Por último, exhorta a todos cuantos atienden a los enfermos y especialmente a los médicos y enfermeros, capellanes, encargados de la pastoral y asociaciones de voluntarios a "sostener con formas e iniciativas concretas a las familias que tienen a su cargo enfermos mentales", con el deseo de que crezca la "acogida y la división de responsabilidades, gracias también a leyes adecuadas y planes sanitarios que prevean recursos suficientes para su aplicación".
MESS/XIV JORNADA MUNDIAL ENFERMO/... VIS 20051216 (470)