CIUDAD DEL VATICANO, 16 DIC 2005 (VIS).-Ayer por la tarde, después de la tradicional misa para los estudiantes universitarios de los ateneos romanos en preparación para la Navidad, celebrada por el cardenal vicario Camillo Ruini, el Papa bajó a la basílica vaticana para encontrarse con los estudiantes. La tradición de celebrar esta misa se debe al Siervo de Dios Juan Pablo II, que en sus 26 años de pontificado nunca faltó a esta cita.
Benedicto XVI saludó a los rectores, profesores, capellanes y alumnos de las universidades italianas, así como a las delegaciones de alumnos de varios países de Europa y de Africa, y a los participantes en el Congreso Mundial de pastoral para estudiantes extranjeros, organizado por el Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes.
"Seguid reflexionando -dijo el Papa- sobre el nuevo humanismo, teniendo en cuenta los grandes desafíos de la época contemporánea y tratando de conjugar de modo armónico la fe y la cultura. ¡Qué necesario es en este momento histórico cultivar una atenta investigación cultural y espiritual!".
El Santo Padre manifestó su alegría por el compromiso de las cinco facultades de Medicina de Roma de colaborar en algunos temas concernientes a la vida, y añadió: "Desde el punto de vista pastoral, he apreciado la decisión de profundizar en el tema de la transmisión de la fe, con un camino formativo en el que participen tanto los estudiantes como los docentes".
A los jóvenes, pidió que siguieran con alegría su "camino de formación cristiana, conjugándolo con el esfuerzo cotidiano de profundización" en las materias de estudio. "Es necesario -continuó- descubrir la belleza de tener a Cristo como Maestro de vida y lograr así renovar libre y conscientemente la propia profesión de fe".
Dirigiéndose a los estudiantes extranjeros, el Papa aseguró que los jóvenes que dejan el país de origen por motivos de estudio "encuentran muchos problemas, sobre todo el riesgo de una crisis de identidad, de una pérdida de los valores espirituales y morales. Por otra parte, la posibilidad de estudiar en el extranjero supone para muchos jóvenes una oportunidad única para contribuir mejor al desarrollo de los propios países, y también de participar activamente en la misión de la Iglesia. Es importante continuar por el camino emprendido para resolver las necesidades de estos hermanos nuestros".
Refiriéndose a la proximidad de la Navidad, Benedicto XVI invitó a "descubrir plenamente el mensaje espiritual de esta solemnidad. Dios se ha hecho hombre, ha venido a habitar entre nosotros. Preparemos nuestro corazón a acoger a Aquel que viene a salvarnos con el don de su vida".
"Que María Santísima, Sedes Sapientiae -terminó- os guié en esta espera. Su imagen, que está visitando varias naciones, pasa ahora de la delegación de Polonia a la de Bulgaria, para proseguir en aquel país su peregrinación en las ciudades universitarias. ¡Que Ella, Virgen fiel, la Madre de Cristo, obtenga para cada uno de vosotros y de vuestros ambientes académicos la luz de la sabiduría divina, Cristo Señor!".
AC/ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS/RUINI VIS 20051216 (500)
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