BENEDICTO XVI RECIBE AL NUEVO EMBAJADOR DE MACEDONIA

CIUDAD DEL VATICANO, 19 MAY 2005 (VIS).-Benedicto XVI recibió hoy las cartas credenciales de Bartolomej Kajtazi, nuevo embajador de la antigua república yugoslava de Macedonia ante la Santa Sede.

"Su nación -dijo el Papa-, reafirmando su compromiso para forjar un sendero de paz y reconciliación (...) puede transformarse en ejemplo para las otras en la región balcánica. Trágicamente, las diferencias culturales a menudo han sido fuente de incomprensión entre los pueblos e incluso la causa de conflictos insensatos y guerras. Efectivamente, el diálogo entre las culturas es una piedra angular indispensable de la civilización universal del amor que añoran todos los hombres y las mujeres".

El Santo Padre observó que Macedonia quiere alcanzar "la meta de la integración social" que "la acercará al resto de Europa. (...) Como mi estimado antecesor dijo en diversas ocasiones: Europa necesita a las naciones balcánicas y ellas necesitan a Europa. La integración en la Unión Europa no debería suponer, sin embargo, solo una panacea para superar las adversidades económicas. (...) El proceso de expansión de la Unión Europea "no tendrá solidez si queda reducido solamente a la dimensión geográfica y económica" pues, al contrario, "ha de consistir ante todo en una concordia sobre los valores, que se exprese en el derecho y en la vida". Para ello, es necesario que cada estado cuente con una sociedad que reconozca y recupere con creatividad la identidad de Europa, adquirida con la contribución determinante de los valores del cristianismo y que pueden sintetizarse en la afirmación de la dignidad trascendente de la persona humana, del valor de la razón, de la libertad, de la democracia y del Estado de derecho".

Refiriéndose al auténtico desarrollo, Benedicto XVI subrayó que "requiere un plan de progreso coordinado nacionalmente que englobe las aspiraciones legítimas de todos los sectores sociales y del que respondan los líderes políticos y civiles". Los programas "deben basarse en la protección de los derechos humanos, incluyendo los de las minorías étnicas y religiosas, la práctica de un sistema de gobierno responsable y transparente, y la defensa de la ley y el orden a través de un sistema jurídico imparcial y de un cuerpo de policía honrado".

El Papa recalcó la importancia de dirigirse a los jóvenes "con confianza y optimismo" y de darles esperanza en el futuro mediante "la creación de oportunidades educativas", sobre todo escuelas "de las que sean responsables personas íntegras. (...) En esa formación es capital la instrucción religiosa".

Benedicto XVI concluyó recordando que la "Iglesia católica en Macedonia, si bien numéricamente pequeña, quiere llegar, en colaboración con otras comunidades religiosas, a todos los miembros de la sociedad macedonia sin distinción alguna. (...) Estoy seguro de que la Iglesia está dispuesta a contribuir cada vez más a los planes de desarrollo del país, promoviendo los valores de paz, justicia, solidaridad y libertad".
CD/CREDENCIALES/MACEDONIA:KAJTAZI VIS 20050519 (470)