CIUDAD DEL VATICANO, 26 FEB 2005 (VIS).-Ayer por la tarde, en la Universidad Lateranense de Roma, el cardenal Renato Martino, presidente del Pontificio Consejo "Justicia y Paz" y Juan Somavia, director de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), presentaron las conclusiones del informe de la Comisión mundial sobre la dimensión social de la globalización. La comisión fue instituida por la OIT en 2002 y el informe se publicó en 2004.
En un comunicado se resumen los datos de ese informe: "El funcionamiento actual de la economía mundial adolece de desequilibrios enraizados y persistentes que son inaceptables desde el punto de vista ético e insostenibles políticamente. Para la mayoría de los hombres y mujeres del mundo, la globalización no responde a sus aspiraciones legítimas de tener un trabajo digno y un futuro mejor para sus hijos".
Por su parte, el cardenal Martino subrayó en su intervención la necesidad de replantear las políticas y las instituciones del gobierno mundial. "Ahora es el momento -dijo- de plantear la cuestión del trabajo humano y su dignidad. El trabajo es, efectivamente, la clave de la cuestión social, que hoy es una cuestión mundial. El trabajo, reconocido y apreciado, es el camino para que el individuo pueda salir de forma sostenible de la pobreza absoluta y la clave para el cambio de la sociedad y de las instituciones. La posibilidad del trabajo transforma al pobre de 'problema' del que hay que hacerse cargo en 'recurso'".
CON-IP/TRABAJO:GLOBALIZACION/MARTINO VIS 20050228 (260)
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