CIUDAD DEL VATICANO, 5 MAY 2004 (VIS).-En la audiencia general de hoy, celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa habló sobre el Cántico de la Carta de San Pablo a los Colosenses, "Cristo fue generado antes de todas las criaturas; es el primogénito de los que resucitan de los muertos".
Juan Pablo II señaló que la liturgia de las Vísperas presente este "admirable himno cristológico", en el que destaca "la grandiosa figura de Cristo, Señor del cosmos: 'Porque en él fueron creadas todas las cosas… Todo ha sido creado por él y para él'. Existe por tanto en el universo un designio trascendente de Dios llevado a cabo por medio de su Hijo".
La Carta presenta también, continuó, "otra función de Cristo: El también es Señor de la historia de la salvación, que se manifiesta en la Iglesia y se realiza en 'la sangre derramada en la cruz', fuente de paz y de armonía para la humanidad. Por eso, no sólo el horizonte externo a nosotros está marcado por la presencia eficaz de Cristo, sino también (…) la historia. Esta no se encuentra sometida a fuerzas ciegas e irracionales y a pesar del pecado y del mal, está sujeta y orientada -por obra de Cristo- a la plenitud".
El Santo Padre afirmó que el himno "traza un estupendo cuadro del universo y de la historia, invitándonos a la confianza. No somos una mota de polvo insignificante, perdida en un espacio y en un tiempo sin sentido, sino que somos parte de un proyecto que brota del amor del Padre".
El amor gratuito de Dios, terminó, se manifiesta "cuando leemos que todas las cosas han sido creadas en él". San Pablo "también habla de su amor por los seres humanos: 'El es también la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia', queriendo mostrar su íntima comunión con nosotros".
AG/CANTICO COLOSENSES/… VIS 20040505 (320)
Juan Pablo II señaló que la liturgia de las Vísperas presente este "admirable himno cristológico", en el que destaca "la grandiosa figura de Cristo, Señor del cosmos: 'Porque en él fueron creadas todas las cosas… Todo ha sido creado por él y para él'. Existe por tanto en el universo un designio trascendente de Dios llevado a cabo por medio de su Hijo".
La Carta presenta también, continuó, "otra función de Cristo: El también es Señor de la historia de la salvación, que se manifiesta en la Iglesia y se realiza en 'la sangre derramada en la cruz', fuente de paz y de armonía para la humanidad. Por eso, no sólo el horizonte externo a nosotros está marcado por la presencia eficaz de Cristo, sino también (…) la historia. Esta no se encuentra sometida a fuerzas ciegas e irracionales y a pesar del pecado y del mal, está sujeta y orientada -por obra de Cristo- a la plenitud".
El Santo Padre afirmó que el himno "traza un estupendo cuadro del universo y de la historia, invitándonos a la confianza. No somos una mota de polvo insignificante, perdida en un espacio y en un tiempo sin sentido, sino que somos parte de un proyecto que brota del amor del Padre".
El amor gratuito de Dios, terminó, se manifiesta "cuando leemos que todas las cosas han sido creadas en él". San Pablo "también habla de su amor por los seres humanos: 'El es también la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia', queriendo mostrar su íntima comunión con nosotros".
AG/CANTICO COLOSENSES/… VIS 20040505 (320)
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