CIUDAD DEL VATICANO, 8 MAY 2004 (VIS).-El Santo Padre ha escrito una carta dirigida a los participantes en el Encuentro Ecuménico "Juntos por Europa", que se celebra hoy en Stutgart (Alemania) y en el que hay representantes de 175 movimientos y comunidades católicas, evangélicas, ortodoxas y anglicanas, en conexión con 158 ciudades europeas.
El Papa escribe que en esta jornada europea de encuentro y de diálogo los participantes "se reúnen para reflexionar sobre las raíces cristianas y sobre el futuro del continente europeo a la luz del Evangelio".
Tras poner de relieve que la fe cristiana "representa el presente y el futuro de Europa", Juan Pablo II recuerda que "los numerosos testigos de la fe víctimas de las persecuciones sangrientas y dolorosas de la historia europea del siglo XX representan un patrimonio común para las confesiones cristianas. Que este patrimonio refuerce el deseo de unidad entre los cristianos europeos y su compromiso a favor de la obra de evangelización".
Los cristianos reunidos en Stutgart, continúa, "testimonian que el Evangelio les ha llevado a superar el nacionalismo egoísta y a ver en Europa una familia de pueblos, rica de multiplicidad cultural y de experiencias históricas, pero al mismo tiempo, unida en una especie de comunidad de destinos. Esta es la conciencia que necesita la Europa del futuro para participar en los grandes eventos a los que está llamada por la historia. (…) El diálogo ecuménico -añade- contribuye decididamente a desarrollar una conciencia europea fundada en la fe cristiana".
"Europa unida no puede sin embargo pensar únicamente en sí misma y encerrarse dentro de sus fronteras y en su bienestar. Europa está llamada a servir al mundo, especialmente a los países más pobres y olvidados de Africa, que tienen tantos problemas graves. No es posible construir una casa común europea sin preocuparse del bien general de la humanidad".
El Papa concluye subrayando que "Europa tiene necesidad del compromiso y entusiasmo de los cristianos, sobre todo de los más jóvenes, para recibir la Buena Nueva del Evangelio de Jesucristo. (…) La nueva evangelización -termina- otorga un alma a Europa y ayuda al continente a no vivir para sí y dentro de los propios confines, sino a construir una humanidad respetuosa de la vida, y a estar presente en los escenarios del mundo".
JPII-CARTA/ENCUENTRO ECUMENICO EUROPA/… VIS 20040510 (390)
El Papa escribe que en esta jornada europea de encuentro y de diálogo los participantes "se reúnen para reflexionar sobre las raíces cristianas y sobre el futuro del continente europeo a la luz del Evangelio".
Tras poner de relieve que la fe cristiana "representa el presente y el futuro de Europa", Juan Pablo II recuerda que "los numerosos testigos de la fe víctimas de las persecuciones sangrientas y dolorosas de la historia europea del siglo XX representan un patrimonio común para las confesiones cristianas. Que este patrimonio refuerce el deseo de unidad entre los cristianos europeos y su compromiso a favor de la obra de evangelización".
Los cristianos reunidos en Stutgart, continúa, "testimonian que el Evangelio les ha llevado a superar el nacionalismo egoísta y a ver en Europa una familia de pueblos, rica de multiplicidad cultural y de experiencias históricas, pero al mismo tiempo, unida en una especie de comunidad de destinos. Esta es la conciencia que necesita la Europa del futuro para participar en los grandes eventos a los que está llamada por la historia. (…) El diálogo ecuménico -añade- contribuye decididamente a desarrollar una conciencia europea fundada en la fe cristiana".
"Europa unida no puede sin embargo pensar únicamente en sí misma y encerrarse dentro de sus fronteras y en su bienestar. Europa está llamada a servir al mundo, especialmente a los países más pobres y olvidados de Africa, que tienen tantos problemas graves. No es posible construir una casa común europea sin preocuparse del bien general de la humanidad".
El Papa concluye subrayando que "Europa tiene necesidad del compromiso y entusiasmo de los cristianos, sobre todo de los más jóvenes, para recibir la Buena Nueva del Evangelio de Jesucristo. (…) La nueva evangelización -termina- otorga un alma a Europa y ayuda al continente a no vivir para sí y dentro de los propios confines, sino a construir una humanidad respetuosa de la vida, y a estar presente en los escenarios del mundo".
JPII-CARTA/ENCUENTRO ECUMENICO EUROPA/… VIS 20040510 (390)
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