CIUDAD DEL VATICANO, 9 MAY 2004 (VIS).-Juan Pablo II, antes de rezar el Regina Coeli con los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, habló de la Virgen María y dijo que en este mes, a ella dedicado tradicionalmente, su "presencia maternal es una ayuda para los cristianos y para todo el mundo".
El "sí" de María al aceptar ser la madre del Redentor, la llevó a ser la madre espiritual de toda la humanidad, dijo el Papa. "Nuestra Señora manifiesta su maternidad 'en su singular proximidad al hombre y a todas sus vicisitudes'. ¡Oh, si los seres humanos se dieran cuenta de este don extraordinario! Qué fácil sería sentirse hermanos renunciando al odio y a la violencia para abrir el corazón al perdón de las ofensas recibidas y al respeto sin reservas de la dignidad de cada persona".
El Santo Padre recordó que el 13 de mayo es el aniversario de la aparición de la Virgen en Fátima y de su llamada a la conversión. "Recemos -exhortó el Papa- para que también los hombres y mujeres de nuestra época acojan la ferviente invitación de Aquella que con amor vela por la Iglesia y por el mundo".
Después de rezar el Regina Coeli, Juan Pablo II se refirió al maratón de primavera que se corre hoy en Roma, patrocinado por las escuelas católicas de la diócesis de esa ciudad, y agregó que iniciativas parecidas han sido promovidas en otras ciudades italianas.
Al saludar a los profesores y estudiantes, el Papa dijo: "Desgraciadamente en todo el mundo muchos niños carecen de instrucción primaria y acaban por ser explotados como mano de obra. Lo recordará el Congreso mundial contra la explotación del trabajo infantil que tendrá lugar dentro de poco en Florencia. Espero que ese encuentro contribuya a promover el reconocimiento efectivo de los derechos de la infancia".
El Santo Padre concluyó recordando que hoy se celebra en Italia el Día de la Madre: "Que la Madre de Jesús -dijo- proteja y ayude a todas las madres del mundo".
ANG/MARIA:DERECHOS NIÑOS/… VIS 20040510 (250)
El "sí" de María al aceptar ser la madre del Redentor, la llevó a ser la madre espiritual de toda la humanidad, dijo el Papa. "Nuestra Señora manifiesta su maternidad 'en su singular proximidad al hombre y a todas sus vicisitudes'. ¡Oh, si los seres humanos se dieran cuenta de este don extraordinario! Qué fácil sería sentirse hermanos renunciando al odio y a la violencia para abrir el corazón al perdón de las ofensas recibidas y al respeto sin reservas de la dignidad de cada persona".
El Santo Padre recordó que el 13 de mayo es el aniversario de la aparición de la Virgen en Fátima y de su llamada a la conversión. "Recemos -exhortó el Papa- para que también los hombres y mujeres de nuestra época acojan la ferviente invitación de Aquella que con amor vela por la Iglesia y por el mundo".
Después de rezar el Regina Coeli, Juan Pablo II se refirió al maratón de primavera que se corre hoy en Roma, patrocinado por las escuelas católicas de la diócesis de esa ciudad, y agregó que iniciativas parecidas han sido promovidas en otras ciudades italianas.
Al saludar a los profesores y estudiantes, el Papa dijo: "Desgraciadamente en todo el mundo muchos niños carecen de instrucción primaria y acaban por ser explotados como mano de obra. Lo recordará el Congreso mundial contra la explotación del trabajo infantil que tendrá lugar dentro de poco en Florencia. Espero que ese encuentro contribuya a promover el reconocimiento efectivo de los derechos de la infancia".
El Santo Padre concluyó recordando que hoy se celebra en Italia el Día de la Madre: "Que la Madre de Jesús -dijo- proteja y ayude a todas las madres del mundo".
ANG/MARIA:DERECHOS NIÑOS/… VIS 20040510 (250)
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