CIUDAD DEL VATICANO, 4 MAY 2004 (VIS).-Hoy se hizo público un mensaje del Papa al obispo Fernando Charrier, de Alessandria (Italia), con motivo de la conclusión, mañana 5 de mayo, de las celebraciones por el V Centenario del nacimiento del papa San Pío V.
En el mensaje, fechado el 1 de mayo, el Santo Padre pide que "la intercesión de san Pío V y el ejemplo de sus virtudes estimulen a cada uno a hacer más sólida la fe, manteniéndola incontaminada y en contacto permanente con las fuentes de la Revelación, difundiéndola en la sociedad para edificar una humanidad abierta a Cristo y dirigida a la construcción de la civilización del amor".
Juan Pablo II recuerda que su predecesor nació en 1504 en Bosco, Alessandria. A los 14 años entró en la Orden de los Predicadores, fue ordenado sacerdote en 1528, obispo en 1556 y creado cardenal en 1557. A los 62 años, en 1566, fue elegido Sumo Pontífice. Durante su pontificado nombró a Santo Tomás de Aquino Doctor de la Iglesia.
"San Pío V -continúa el mensaje- se preocupó de aplicar fielmente las decisiones del Concilio de Trento: en campo litúrgico, con la publicación del Misal Romano renovado y del nuevo Breviario; en el ámbito catequístico, confiando sobre todo a los párrocos el 'Catecismo del Concilio de Trento'; en materia teológica, introduciendo en las Universidades la 'Summa' de Santo Tomás. Recordó a los obispos el deber de residir en la diócesis para atender pastoralmente a los fieles, a los religiosos, la conveniencia de la clausura, y al clero, la importancia del celibato y de la santidad de vida".
Juan Pablo II pide al final que "el empuje apostólico, la tendencia constante a la santidad, el amor a la Virgen, que caracterizaron la existencia de san Pío V, sean para todos un estímulo para vivir con mayor empeño la propia vocación cristiana. Querría invitar de modo especial a imitarlo en la filial devoción mariana, descubriendo la sencilla y profunda oración del Rosario, que como he recordado en la carta apostólica 'Rosarium Virginis Mariae', ayuda a contemplar el misterio de Cristo".
MESS/SAN PIO V/CHARRIER VIS 20040504 (360)
En el mensaje, fechado el 1 de mayo, el Santo Padre pide que "la intercesión de san Pío V y el ejemplo de sus virtudes estimulen a cada uno a hacer más sólida la fe, manteniéndola incontaminada y en contacto permanente con las fuentes de la Revelación, difundiéndola en la sociedad para edificar una humanidad abierta a Cristo y dirigida a la construcción de la civilización del amor".
Juan Pablo II recuerda que su predecesor nació en 1504 en Bosco, Alessandria. A los 14 años entró en la Orden de los Predicadores, fue ordenado sacerdote en 1528, obispo en 1556 y creado cardenal en 1557. A los 62 años, en 1566, fue elegido Sumo Pontífice. Durante su pontificado nombró a Santo Tomás de Aquino Doctor de la Iglesia.
"San Pío V -continúa el mensaje- se preocupó de aplicar fielmente las decisiones del Concilio de Trento: en campo litúrgico, con la publicación del Misal Romano renovado y del nuevo Breviario; en el ámbito catequístico, confiando sobre todo a los párrocos el 'Catecismo del Concilio de Trento'; en materia teológica, introduciendo en las Universidades la 'Summa' de Santo Tomás. Recordó a los obispos el deber de residir en la diócesis para atender pastoralmente a los fieles, a los religiosos, la conveniencia de la clausura, y al clero, la importancia del celibato y de la santidad de vida".
Juan Pablo II pide al final que "el empuje apostólico, la tendencia constante a la santidad, el amor a la Virgen, que caracterizaron la existencia de san Pío V, sean para todos un estímulo para vivir con mayor empeño la propia vocación cristiana. Querría invitar de modo especial a imitarlo en la filial devoción mariana, descubriendo la sencilla y profunda oración del Rosario, que como he recordado en la carta apostólica 'Rosarium Virginis Mariae', ayuda a contemplar el misterio de Cristo".
MESS/SAN PIO V/CHARRIER VIS 20040504 (360)
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