CIUDAD DEL VATICANO, 15 DIC 2002 (VIS) - Hoy, tercer domingo de Adviento, llamado tradicionalmente "Gaudete", por la proximidad de la Navidad, el Santo Padre celebró misa en el Aula Pablo VI para la comunidad de la parroquia romana de San Juan Nepomuceno Neumann.
El Papa afirmó en la homilía que "frente a las normales dificultades de la vida, a la incertidumbre y al miedo por el futuro, a la tentación del desaliento y de la desilusión, la Palabra de Dios vuelve a proponer siempre el 'alegre anuncio' de la salvación. (...) Que este gozo, preanuncio de la alegría de la Navidad ya próxima, llene el corazón de cada uno de nosotros y todos los ámbitos de nuestra existencia".
Tras recordar que la parroquia, fundada hace dos años, "todavía no tiene un adecuado centro de culto", Juan Pablo II dijo: "Precisamente en este tercer domingo de Adviento, la diócesis de Roma celebra la Jornada de oración y sensibilización para que todas las zonas de la ciudad, especialmente aquellas de la periferia, tengan una iglesia con las estructuras necesarias para el normal desarrollo de las actividades litúrgicas, formativas y pastorales. Espero -añadió- que también vosotros podáis realizar cuanto antes este proyecto, sin perder nunca el estilo misionero que en estos años ha hecho viva y dinámica vuestra familia parroquial".
El Santo Padre exhortó a los parroquianos a cuidar especialmente a los niños y a los adolescentes "para que no les falte atención, amistad y confianza. Sostened a las familias, en particular, a las jóvenes y a las pobres o a las que se hallan en dificultad".
Refiriéndose al final a San Juan Nepomucemo, "esta gran figura de obispo misionero, extraordinario pionero del Evangelio en América del Norte en la mitad del siglo XIX", concluyó: "Imitad su celo por el anuncio del Evangelio y el ardiente amor por la Iglesia y por el prójimo necesitado".
HML;...;...;SAN JUAN NEPOMUCENO;VIS;20021216;300;
El Papa afirmó en la homilía que "frente a las normales dificultades de la vida, a la incertidumbre y al miedo por el futuro, a la tentación del desaliento y de la desilusión, la Palabra de Dios vuelve a proponer siempre el 'alegre anuncio' de la salvación. (...) Que este gozo, preanuncio de la alegría de la Navidad ya próxima, llene el corazón de cada uno de nosotros y todos los ámbitos de nuestra existencia".
Tras recordar que la parroquia, fundada hace dos años, "todavía no tiene un adecuado centro de culto", Juan Pablo II dijo: "Precisamente en este tercer domingo de Adviento, la diócesis de Roma celebra la Jornada de oración y sensibilización para que todas las zonas de la ciudad, especialmente aquellas de la periferia, tengan una iglesia con las estructuras necesarias para el normal desarrollo de las actividades litúrgicas, formativas y pastorales. Espero -añadió- que también vosotros podáis realizar cuanto antes este proyecto, sin perder nunca el estilo misionero que en estos años ha hecho viva y dinámica vuestra familia parroquial".
El Santo Padre exhortó a los parroquianos a cuidar especialmente a los niños y a los adolescentes "para que no les falte atención, amistad y confianza. Sostened a las familias, en particular, a las jóvenes y a las pobres o a las que se hallan en dificultad".
Refiriéndose al final a San Juan Nepomucemo, "esta gran figura de obispo misionero, extraordinario pionero del Evangelio en América del Norte en la mitad del siglo XIX", concluyó: "Imitad su celo por el anuncio del Evangelio y el ardiente amor por la Iglesia y por el prójimo necesitado".
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